3 sitios para comer las mejores patatas revolconas de Madrid
Madrid, ciudad de sabores y tradiciones, es un paraíso gastronómico donde los platos más auténticos de la cocina española encuentran su hogar.
Entre las delicias más destacadas que se pueden disfrutar en la capital se encuentran las patatas revolconas, un plato humilde pero lleno de sabor, típico de la región castellana. Estas patatas, suaves y cremosas, acompañadas de crujientes torreznos, han conquistado el paladar de los madrileños, convirtiéndose en una de las opciones favoritas tanto en bares de barrio como en tabernas tradicionales.
Si eres un amante de la buena comida y te gustaría saborear este manjar, te presentamos tres de los mejores lugares en Madrid donde podrás disfrutar de unas excelentes patatas revolconas. Desde recetas tradicionales hasta toques modernos, estos sitios te harán volver por más.
Qué son las patatas revolconas
Las patatas revolconas son un plato tradicional de la gastronomía castellana, originario de Ávila y las zonas rurales de Castilla y León. Esta receta consiste en patatas cocidas y luego machacadas, mezcladas con pimentón y acompañadas generalmente de torreznos o panceta frita. La simplicidad de los ingredientes contrasta con la explosión de sabores que ofrece este plato: el pimentón le otorga un toque ahumado y ligeramente picante, mientras que los torreznos añaden un elemento crujiente que complementa perfectamente la textura suave y cremosa de las patatas.
Este plato, humilde en su origen, era típico de los campesinos de la región, quienes lo preparaban como una comida energética para enfrentar las duras jornadas laborales en el campo. La combinación de carbohidratos de la patata y la grasa del torrezno proporcionaba una fuente de energía prolongada. Aunque tradicionalmente se consideraba un plato humilde, en los últimos años ha experimentado un renacimiento en la alta cocina y se ha vuelto muy popular en restaurantes y tabernas de toda España, en especial en Madrid.
Su adopción en Madrid
Aunque las patatas revolconas son originarias de Ávila, su adopción en Madrid ha sido natural debido a la cercanía geográfica y la conexión histórica entre ambas regiones. Madrid, con su diversidad gastronómica, ha sabido integrar a su oferta culinaria platos de todo el país, y las revolconas no son una excepción.
En las últimas décadas, la cocina madrileña ha pasado por una revolución gastronómica, donde platos regionales de todas partes de España se han convertido en parte del día a día. Las patatas revolconas, con su sabor rústico y reconfortante, han encajado a la perfección en las cartas de las tabernas tradicionales y gastrobares modernos.
El toque ahumado del pimentón y el crujiente de los torreznos ha conquistado a los comensales madrileños, que aprecian tanto la herencia culinaria del interior de España como las innovaciones más actuales. Así, las revolconas han pasado de ser un plato típico de Castilla y León a una delicia gastronómica ampliamente conocida y querida en Madrid.
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Por qué casi siempre les acompañan unos torreznos
Uno de los acompañamientos más comunes de las patatas revolconas son los torreznos, esos crujientes trozos de panceta frita que elevan el plato a otro nivel. Pero, ¿por qué este acompañamiento es tan común? La respuesta tiene tanto que ver con la tradición culinaria como con el balance de sabores y texturas.
Los torreznos, al igual que las patatas revolconas, tienen sus raíces en la cocina rural castellana. Este producto es el resultado de la necesidad de conservar la carne en tiempos donde no existían refrigeradores. La panceta, tras ser salada y curada, se freía para obtener una textura crujiente en el exterior pero con una carne jugosa y sabrosa en el interior. En las revolconas, los torreznos no solo añaden un componente proteico al plato, sino que su grasa complementa la suavidad de las patatas, mientras que el crujiente contraste con la textura cremosa del puré.
Además, el sabor ahumado del pimentón en las patatas revolconas se realza con el torrezno, creando un maridaje perfecto que es difícil de resistir. Esta combinación ha sido tan exitosa que es difícil encontrar unas revolconas en Madrid que no incluyan este acompañamiento esencial.
La Muralla de Ávila en la Calle Francos Rodríguez
Uno de los lugares más emblemáticos para disfrutar de unas auténticas patatas revolconas en Madrid es La Muralla de Ávila, un restaurante que hace honor a la gastronomía de la provincia de Ávila, de donde son originarias las revolconas. Ubicado en el barrio de Tetuán,, este local es conocido por su cocina tradicional y de calidad, destacándose especialmente por sus patatas revolconas.
La Muralla de Ávila ofrece una experiencia auténtica en la preparación de este plato, respetando la receta original y utilizando ingredientes de primera calidad. Sus revolconas se caracterizan por su textura suave, con un pimentón perfectamente equilibrado que no domina el sabor de la patata, sino que lo complementa de manera armoniosa. Los torreznos que las acompañan son espectaculares, crujientes por fuera y jugosos por dentro, aportando un contraste delicioso que realza la experiencia gastronómica. El ambiente del restaurante, con su decoración rústica y de toda la vida con jamones colgando, también contribuye a hacer de la visita un momento agradable y memorable.
La Muralla de Ávila no solo se destaca por sus patatas revolconas; también ofrece una variedad de platos tradicionales como sus tostas de presa ibérica, rabo de toro o carrillera de cerdo. Si tienes la oportunidad de visitarlo, no te olvides de probar sus postres caseros, que son el cierre perfecto para una comida llena de sabor y tradición.
Dirección: C/ de Francos Rodriguez, 62.
La Tasquita de Enfrente, torrezno y patatas
Otro lugar destacado en Madrid para degustar patatas revolconas es La Tasquita de Enfrente, un establecimiento pequeño pero acogedor que ha ganado fama por su oferta de platos tradicionales con un toque moderno.
Este acogedor comedor, para 16 comensales únicamente, es el lugar perfecto para quienes buscan una experiencia gastronómica de placer y deleite. Se ha consolidado como un referente esencial de la cocina de producto en la ciudad, destacándose por su enfoque sencillo en los ingredientes, pero con la complejidad de seleccionar las mejores materias primas en cada temporada, bajo la mirada de Juanjo López Bedmar.
Entre sus especialidades se encuentran las patatas revolconas entre otros platos como guisos clásicos, cocochas rebozadas, salpicón de langostinos, callos etc. Más de 300 platos en dos menús, uno de 115€ con dos pases y otro de 160€ con dos pases en un local dos dos soles Guía Repsol recibidos en 2023.
Dirección: C/ de la Ballesta,6.
Bar Barrera, unas populares revolconas
Por último, pero no menos importante, se encuentra Bar Barrera, un clásico de la gastronomía madrileña que ha sabido mantener su esencia a lo largo de los años. Este bar es conocido por su ambiente animado y su oferta de platos caseros, y sus patatas revolconas son un verdadero atractivo para los amantes de la buena comida.
Ubicado en el barrio de Chamberí, Bar Barrera ha ganado una fiel clientela gracias a su menú que varía a diario, manteniéndose simple y fiel a la tradición. Está centrado en sabores caseros que evocan recuerdos de épocas pasadas. Entre sus platos más emblemáticos destacan las patatas revolconas con torreznos, el cabrito lechal y la ensaladilla rusa con pipas de calabaza.
Ana Barrera, dueña y creadora de este cálido restaurante, centra su propuesta culinaria en ingredientes frescos y de origen local. Las reservas se pueden realizar por teléfono, y los precios varían entre 50€ y 80€. Además, si no deseas comer, puedes simplemente pasar a disfrutar de una caña, que siempre viene acompañada de una tapa de calidad.
Dirección: C/ de Alonso Cano, 25.
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