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11 diciembre 2020

Cómo comprobar la resistencia de una puerta cortafuegos

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Para que una puerta automática sea eficaz contra incendios, y pueda demostrar que lo es, necesita cumplir un requisito indispensable: haber sido acreditada mediante la realización de los pertinentes ensayos y estudios por parte de un laboratorio especializado. Expertos de AFITI, Tecnifuego, Mecosa y Padilla explican el proceso.

Las puertas cortafuego no pueden considerarse como tales hasta que son ensayadas en laboratorio, según Magdalena Villegas, Directora Técnica de Servicios Tecnológicos de AFITI (Asociación para el Fomento de la Investigación y la Tecnología de la Seguridad contra Incendios). Esta experta advierte que la elección de la puerta que será objeto de ensayo y del laboratorio del fuego son actuaciones que han de hacerse con sumo cuidado. “La puerta debe cubrir el máximo campo de aplicación, teniendo en cuenta las futuras configuraciones posibles; y ha de haber una comunicación fluida entre fabricante y laboratorio, para que éste último le presente la mejor opción desde el punto de vista técnico y económico”.

El laboratorio ha de estar convenientemente acreditado, pero esta condición puede no ser suficiente. Según Villegas, “dependiendo del objeto del ensayo y del mercado en el que se va a introducir, podría ser necesario que intervengan otras entidades como certificadoras u organismos notificados”. Por eso, antes de realizar los ensayos, “debe decidirse el mercado para determinar las exigencias reglamentarias y que, a su vez, permitirá conocer las entidades implicadas y, según éstas, el laboratorio más conveniente”.

Principales requisitos

José Vicente Andreu, Coordinador del Grupo Puertas Cortafuego de TECNIFUEGO (Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios), enumera todos los requisitos que ha de cumplir una puerta para considerarse cortafuego. En primer lugar, “ser resistente al fuego cumpliendo con toda la normativa que le es aplicable, sobre ensayos de resistencia al fuego y de durabilidad del auto-cierre; Marcado CE de sus herrajes y componentes; y Marcado CE de la propia puerta”. En segundo lugar, “estar instalada correctamente, de acuerdo con el campo de aplicación de sus ensayos y el alcance de su Marcado CE, y siguiendo las instrucciones del fabricante”.

Además, “no ha de incorporar ningún herraje o elemento no incluido en el campo de aplicación de sus ensayos y el alcance de su Marcado CE; encontrarse en correcto estado de uso y mantenimiento aplicando la norma UNE 23740-1”. Con la actualización del Código Técnico de la Edificación, Documento DB-SI2, el pasado 24 de septiembre de 2020, ya es obligatoria la norma UNE 23740-1:2016 Seguridad contra incendios. Elementos de cerramiento de huecos. Requisitos específicos de instalación, uso, mantenimiento. Parte 1: Puertas cortafuego.

Si todo lo anterior se cumple, la puerta cortafuego estará conforme con los requisitos de “poderse abrir fácilmente si se encuentra en una vía de evacuación; y estar cerrada en el momento del contacto con el fuego”.

Concienciación entre los fabricantes

Los fabricantes destacan el importante y decisivo papel que juegan las puertas cortafuegos en las instalaciones donde se encuentran. Lorenzo J. Parejo, Director Comercial de Puertas Padilla, explica que se utilizan como seguridad contra el fuego y su función principal es la de sectorizar y compartimentar zonas en edificios e industrias de todo tipo. “Existen en diferentes resistencias al fuego, que se mide en minutos, y son puertas técnicas con un riguroso examen de funcionamiento mediante ensayos al fuego realizados por laboratorios homologados para ello”.

Por su parte, Noelia Vela, Responsable de Calidad de Metaloconstrucciones Mecosa, insiste en que las puertas contra-incendios deben disponer de la documentación que las acredita como tales mediante la realización de ensayos y estudios pertinentes. Además, explica que las puertas cortafuegos correderas y guillotinas, en concreto, deben resistir al fuego de acuerdo con las características de integridad y aislamiento térmico que se detallan en la norma de producto UNE EN 13501-2:2019.

Esta norma señala que “las puertas deben superar ensayos que tengan en cuenta el ámbito de aplicación previsto para el producto, es decir, no solo el tiempo de resistencia al fuego que queremos obtener sino dónde se van a instalar”.

En cuanto a la clasificación de las puertas, indica que la “E” se refiere a la integridad, que especifica “la capacidad de soportar la exposición al fuego en una cara, sin que exista transmisión a la otra, debido al paso de las llamas o gases muy calientes”. Mientras que la “I” se refiere al aislamiento térmico, que consiste en “la aptitud de soportar la exposición al fuego en un solo lado, sin que se produzca transmisión del incendio al otro debido a una transferencia de calor significativa”.