Las certificaciones impulsan la internacionalización de la industria
Las certificaciones de procesos, productos y servicios se han convertido en pieza clave para impulsar la internacionalización de las empresas de puertas automáticas que operan en España, ya que facilitan el acceso a los mercados extranjeros, potencian las exportaciones y permiten ampliar el negocio.
Abrirse paso en mercados internacionales es a menudo un reto para muchas empresas, ya que encuentran barreras de tipo técnico que exigen que los productos cumplan con una serie de requisitos asociados a características de seguridad y/o calidad. En este contexto, “existen acreditaciones y organismos de certificación cuyo fin es aportar al mercado la confianza precisa que permite el reconocimiento y la aceptación de los productos y servicios y el acceso de las compañías a otros mercados”, explica Juan Ramírez, Presidente de la Federación de Instaladores y Mantenedores de Puertas Automáticas (FIMPA).
Las certificaciones son necesarias para clasificar un producto o servicio de conformidad a una norma o reglamento. Y “en la práctica son imprescindibles para la existencia misma de la empresa y la actividad”, apunta Miguel Blanco Rodríguez, Técnico de Desarrollo de Certificación de AENOR, y Secretario del Comité Técnico de Certificación 085 de Servicios de instalación y mantenimiento de puertas industriales, comerciales, de garaje, portones, puertas peatonales automáticas y puertas cortafuego.
La importancia del Marcado CE
Las certificaciones constituyen una importante herramienta para impulsar la exportación, una cuestión evidente en la Unión Europea, que inventó hace más de 30 años el marcado CE. “Los diferentes Reglamentos Europeos o Directivas que incluyen el marcado CE han sido una historia de éxito para los sectores afectados. Las directivas más antiguas (las de Juguetes, EPI, Baja Tensión, Máquinas, etc.) datan en su redacción inicial de los años 80”, explica Miguel Blanco.
A su juicio, “el marcado CE es un auténtico pasaporte industrial para el producto que lo lleva. Es muy exigente, pues requiere la verificación del cumplimiento de requisitos y normas armonizadas europeas, y en muchos casos la intervención de organismos notificados que emiten certificados de conformidad”.
Blanco apunta que “en algunos sectores, como el de las puertas automáticas (de todo tipo) se requiere el marcado CE del conjunto, lo cual exige la comprobación del cumplimiento con varias Directivas Europeas y Reglamento UE (Productos de la Construcción, Máquinas, Baja Tensión y Compatibilidad Electromagnética) y numerosas normas armonizadas”. Esta complejidad es “un acicate para la investigación y el desarrollo, para la creación de empresas proveedoras muy especializadas y, en definitiva, para la calidad de un producto en un mercado tan exigente como el de la Unión Europea”.
Así, “superadas todas las pruebas necesarias para poner el marcado CE, el producto y las empresas tienen la base necesaria para la exportación, no sólo a la UE, si no a otras regiones del mundo donde este marcado es apreciado, reconocido y bienvenido”.
Confianza con el proveedor
Juan Ramírez afirma que las certificaciones de calidad de empresas y procesos, según normas ISO y de seguridad para productos, como Marcado CE, “son la garantía para el potencial cliente internacional de establecer relaciones comerciales de confianza con el proveedor, basadas en el elemento diferencial que significa la certificación”.
El Presidente de FIMPA recuerda que, en el ámbito de los servicios, Aenor ha elaborado un reglamento para la certificación de empresas instaladoras y mantenedoras de puertas automáticas y define una marca de conformidad con requisitos relativos a la instalación y mantenimiento, de acuerdo a las normas UNE 85635 y UNE 85121 y al Manual Técnico de la Federación Nacional de Fabricantes, Instaladores y Mantenedores de puertas y automatismos.