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19 octubre 2021

Nuevas técnicas que ayudan a salvar vidas

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La realidad virtual, la gamificación y la introducción de las emociones se han convertido en las mejores herramientas de formación en la prevención de riesgos laborales, ya que permiten simular situaciones reales en las que el trabajador experimenta en primera persona las consecuencias de sufrir un accidente de trabajo cuando no se adoptan las medidas preventivas correctas.

La realidad virtual, la gamificación y la introducción de las emociones en la formación pueden ayudar a normalizar un comportamiento seguro y preventivo y, consecuentemente, prevenir accidentes laborales, según la doctora Montserrat Iglesias-Lucía, Directora de la Escuela de Prevención y Seguridad Integral, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Esta experta explica que “la realidad virtual permite desarrollarnos e interactuar en un entorno creado a imagen y semejanza de la situación real donde ejerceremos como profesionales, de tal manera que podemos enseñar de manera empírica y segura los riesgos a los que estamos expuestos, generando sensaciones de presencia e inmersión en ese entorno simulado y controlado”.

Sentir el riesgo

Desde la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) afirman que “hace ya años que las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social fueron conscientes del potencial que tenía la realidad virtual en la prevención de accidentes laborales, y desde entonces vienen utilizando esta tecnología para formar a trabajadores y a técnicos de prevención de sus empresas asociadas”.

Según explican, “a la hora de formar o sensibilizar sobre riesgos laborales no es lo mismo que alguien te hable sobre ello a que, casi literalmente, lo sientas”. Teniendo esto en cuenta, “el empleo de la realidad virtual como herramienta de sensibilización en prevención de riesgos laborales, a diferencia de otros métodos más tradicionales, permite generar un importante impacto emocional de sensibilización al usuario, al simular situaciones reales en las que éste tiene libertad de acción y puede experimentar, en primera persona, las consecuencias de sufrir un accidente de trabajo cuando no se adoptan las medidas preventivas correctas”.

La recreación con realidad virtual hace que la persona que prueba esta experiencia inmersiva llegue a percibir el riesgo, e incluso el miedo, cuando el sistema lleva al usuario al contexto en el que se va desencadenar el accidente. Así, “éste aprende a tomar decisiones desde una experiencia emocional que ninguna otra técnica formativa le permite despertar”.

Fobias y rehabilitación

Además, la realidad virtual no sólo sirve para prevenir, sino también para “reeducar a aquellos trabajadores que han tenido un accidente que les ha generado una fobia o bloqueo, ayudándoles a rehabilitarse”, explican desde AMAT. Asimismo, señalan que las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social también están empleando la realidad virtual para la rehabilitación de pacientes, utilizando sistemas que les permiten, a través de un “avatar”, realizar ejercicios para mejorar la funcionalidad de las extremidades lesionadas.

Mediante estos sistemas de realidad virtual, “el personal rehabilitador de las mutuas personaliza una serie de ejercicios diseñados para optimizar la evolución de los pacientes lesionados. Y también conoce la evolución del paciente de una forma más certera, para ajustar los tratamientos”.