La biometría abre nuevas posibilidades al sector de la seguridad
Julio Pérez Carreño, Coordinador del Área de Seguridad Electrónica y Secretario de la Junta Directiva de AES, explica que las nuevas tecnologías de reconocimiento biométrico a través de inteligencia artificial, aplicadas a los sistemas de control de accesos (o presencia) y a los de videovigilancia, permitirán una mayor agilidad en el control y la interacción automática con los sistemas, además de hacer innecesarias las barreras arquitectónicas en la gestión de accesos.
Desde la Asociación Española de Empresas de Seguridad (AES), entienden el uso de la biometría en seguridad privada como “una herramienta tecnológica a la que no debemos renunciar”, según señala Julio Pérez Carreño, Coordinador del Área de Seguridad Electrónica y Secretario de la Junta Directiva de AES.
Pérez Carreño explica que “la biometría proporciona la posibilidad de identificación como el proceso automático de reconocer a un individuo particular entre un grupo”. Y apunta que, “según la ISO 2382-37, es el reconocimiento automático de los individuos en función de sus características biológicas y de comportamiento”.
Esto permite garantizar que los sistemas de control de accesos puedan asegurar accesos autorizados no al poseedor de una acreditación o al conocedor de una clave o contraseña, sino al individuo autorizado para ello. “Esto supone pasar de la presunción a la certeza, porque la identificación se realiza sobre el mismo individuo y sobre sus rasgos biométricos”.
Este experto apunta que “en seguridad privada, y en seguridad en general, esta afirmación es vital en muchos supuestos, y los avances en las tecnologías del reconocimiento biométrico nos permiten además acreditar nuestra identidad con mayor fiabilidad (muchos menos errores de lectura), con mayor seguridad (porque incluso certifican que su portador está vivo, dificultando posibles intentos de suplantación) y con mayor privacidad (porque su propia naturaleza imposibilita su pérdida y reconstrucción de la clave de acceso)”.
De igual forma, la utilización consentida no indiscriminada en determinados entornos sobre sistemas de videovigilancia, mediante el uso de biometría facial, “puede aportar interesantes ventajas en la seguridad de un emplazamiento, sin las barreras físicas que pudieran representar sistemas de seguridad alternativos”. De cualquier manera, “es importante diferenciar los posibles casos de uso y las diferentes soluciones tecnológicas, de manera que se ajusten a la ley y a los derechos fundamentales que, del uso de datos de carácter personal como el de la imagen, pudieran derivarse”.
Gestión más eficiente
En este contexto, Julio Pérez Carreño afirma que “las nuevas tecnologías de reconocimiento biométrico a través de inteligencia artificial, aplicadas a los sistemas de control de accesos o presencia y a los sistemas de videovigilancia, permitirán mayor agilidad en el control, interacción automática con los sistemas y la no necesidad de barreras arquitectónicas en la gestión de accesos”.
Además, añade que “la posible integración con otros subsistemas, como el control de temperaturas y de aforos, la gestión del tráfico, etc. posibilitará una gestión más eficiente de la seguridad privada”.