Planes de autoprotección, un elemento clave para las instalaciones industriales
Los planes de autoprotección (PAU) de las instalaciones industriales deben tener en cuenta todos los aspectos que puedan influir en el desarrollo de una emergencia, según explica Marcos Ruiz, técnico de Previnsa. Así, han de identificar y analizar los riesgos internos y externos, los medios humanos y materiales existentes para hacerles frente, las vías y elementos de evacuación, y los planes de actuación. También es fundamental definir un programa de formación.
Marcos Ruiz Suárez, técnico de Planes de Autoprotección de Previnsa, explica que el Plan de Autoprotección es “un documento encaminado a recoger toda la información relativa a una actividad, edificio o conjunto de edificios, relevantes desde el punto de vista de la respuesta ante situaciones de emergencia”. El contenido mínimo, así como las obligaciones legales de los titulares de la actividad, se define en el R.D. 393/2007, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección. Estos planes se estructuran en 9 capítulos de acuerdo al RD mencionado.
Entre las principales ventajas de elaborar, implantar y mantener un PAU, menciona “la identificación del recinto objeto de estudio; el análisis de los riesgos presentes, ya sean de carácter interno o intrínsecos a la propia actividad y externos a la misma; la identificación de los medios de protección existentes en el recinto o edificio, tanto materiales como humanos”.
Entre estas ventajas también se encuentra “el análisis de la capacidad de evacuación del edificio o recinto, realizando un estudio de la idoneidad de recorridos de evacuación, capacidad de evacuación de elementos arquitectónicos (puertas, pasillos, escaleras, etc.); y el desarrollo de protocolos y procedimientos de actuación específicos ante los riesgos identificados, particularizando para las diferentes situaciones que se puedan dar en la propia instalación”.
Estructura del PAU
El técnico de Previnsa explica que el PAU debe desarrollarse siguiendo la estructura definida en el R.D. 393/2007. “Por otro lado, se dispone de guías para la elaboración e implantación de dichos planes, elaboradas por el INSST que sirven de ayuda y referencia para que los técnicos competentes elaboren este tipo de documentos”.
Se deben tener en cuenta los aspectos que puedan influir en el desarrollo de una emergencia. “Se deben identificar y analizar los riesgos existentes, tanto internos como externos, los medios humanos y materiales para hacer frente a situaciones de emergencia, y las vías y elementos de evacuación, así como desarrollar los correspondientes planes de actuación específicos”.
También es fundamental definir un programa de formación adecuado para los equipos de
actuación en caso de emergencia, cuya estructura y funcionamiento quedan también definidos dentro del Plan. Por otra parte, “el contenido del PAU debe ser divulgado y conocido no sólo por los integrantes de los equipos de emergencia sino también por el resto de los usuarios de las instalaciones, incluyendo posibles visitas o trabajadores no habituales”.