Toni Vegas: “Cataluña cuenta con un protocolo para prevenir situaciones de odio y discriminación en el ámbito de la seguridad privada”
Cataluña cuenta con un protocolo para la prevención, detección y gestión de situaciones de odio y discriminación en el ámbito de la seguridad privada, que ha sido elaborado por el Departamento de Interior de la Generalitat y que pretende ser la herramienta de referencia para tratar cualquier problema de este tipo a través de una formación específica y profesionalizada, según explica Toni Vegas López, coordinador de Administración y Servicios Transversales de la Dirección General de Administración de Seguridad.
Toni Vegas señala que el protocolo para la prevención, detección y gestión de situaciones de odio y discriminación en el ámbito de la seguridad privada es una herramienta fundamental para que todas las personas, independientemente de su origen, sexo, religión o cualquier otra característica o manifestación de la condición humana, puedan sentirse seguras en cualquier espacio.
Se trata de un protocolo “diligente, transversal y centrado en la víctima”, y ha sido elaborado “en estrecha colaboración con la Policia de la Generalitat – Mossos d’Esquadra, el Departament d’Igualtat i Feminismes de la Generalitat, entidades representantes de colectivos vulnerabilizados y sector privado de la seguridad”. Va dirigido a vigilantes (y también jefes/directores de seguridad en segundo plano) y empresas usuarias; y pretende “detectar, prevenir y gestionar de manera adecuada las situaciones de odio y discriminación”. Se aplica en todos los entornos en que trabajan los vigilantes (lugares donde se dan muchas situaciones de discriminación): transporte público, locales de ocio nocturno, centros comerciales, etc.
El protocolo quiere conseguir “sensibilizar sobre las cuestiones ligadas con el odio y la discriminación; facilitar la detección de las situaciones por parte de estos profesionales mediante indicadores; determinar la actuación de los profesionales de la seguridad privada tanto en la fase de prevención, como en la detección y en la gestión de un incidente cuando ocurra; mejorar la cooperación y coordinación entre seguridad pública y privada; reforzar la protección de la víctima des del primer momento en que se produce la agresión; y mejorar la recogida de datos para contribuir a una mejor calificación de los hechos”.