Entrevista con el capitán Borja Varela de la Unidad Militar de Emergencias (UME)

Capitán Varela: En esta intervención, el uso de tecnología avanzada ha sido esencial para optimizar la respuesta. Los drones, por ejemplo, nos han permitido realizar reconocimientos rápidos en las zonas más afectadas y de difícil acceso, lo que ha facilitado la planificación y priorización de las tareas de rescate. Estos drones, además, tienen la capacidad de generar mapas en 3D de las infraestructuras dañadas, lo cual es de gran utilidad para el análisis y la toma de decisiones sobre el terreno. También hemos contado con el apoyo de helicópteros del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y de la Armada, que han realizado misiones de reconocimiento y recate, ampliando nuestra capacidad de seguimiento en tiempo real y permitiendo un despliegue rápido de equipos y suministros en zonas de difícil acceso. Toda esta información se integra en nuestros sistemas de mapeo, de modo que todas las unidades pueden trabajar de forma coordinada y precisa, lo que es fundamental en un despliegue de esta magnitud.

La UME es conocida por su capacidad de innovación y adaptación. ¿Qué otros recursos especializados se han desplegado en Valencia para enfrentar los retos de esta DANA?

Capitán Varela: Además de los drones y los helicópteros, hemos desplegado equipos cinológicos con perros especializados en la localización de personas bajo agua, lodos o escombros. También, nuestros equipos de desescombro y despeje de viales han trabajado intensamente con maquinaria pesada para abrir accesos y rutas principales, permitiendo la entrada de ayuda y facilitando las evacuaciones. Además, hemos utilizado medios de achique de gran capacidad, esenciales para extraer agua y lodo de viviendas y garajes, tanto en áreas urbanas como en el extrarradio de las localidades afectadas.

En esta emergencia se han empleado también equipos especializados en trabajar en ambientes contaminados, con la finalidad de extraer residuos orgánicos que, debido al corte de suministros, estaban pudriéndose, evitando de esa manera problemas de salud pública.  A estos recursos se suma el trabajo conjunto con otras unidades de las Fuerzas Armadas y el personal de la Guardia Real, que también ha estado presente sobre el terreno, contribuyendo con tareas de apoyo y aportando capacidades realmente valiosas.

En esta intervención, ¿cómo se ha logrado la coordinación con otros cuerpos de emergencia y cuál ha sido el papel de las Fuerzas Armadas en este despliegue?

Capitán Varela: La coordinación ha sido efectiva y ha requerido una planificación detallada desde el Centro de coordinación operativo de la emergencia, donde la UME ha colaborado estrechamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y los servicios de emergencias autonómicos y de otras comunidades autónomas que han enviado refuerzos. Nos encontramos ante el mayor despliegue de Fuerzas Armadas en España en este siglo, con más de 8,500 militares sobre el terreno. Cada uno de los cuerpos ha aportado tanto personal como capacidades especializadas: el Ejército de Tierra (E.T), por ejemplo, ha desplegado helicópteros para transporte y extracción de vehículos dañados en zonas de difícil acceso. Además de eso, el E.T ha integrado en el despliegue unidades de ingenieros para despejes de viales y extracción de escombros y ha contribuido con personal para labores de extracción de barro y achique de agua en zonas críticas. La Armada ha proporcionado un buque de asalto anfibio para apoyo logístico y sanitario, además de enviar buzos para el reconocimiento en zonas inundadas y cazaminas y drones acuáticos para la localización de vehículos sumergidos. Por su parte, el Ejército del Aire ha facilitado transporte aéreo y el despliegue de helicópteros que, junto a los de la Armada, y el Ejército de Tierra, han permitido mantener un apoyo continuo y una cobertura completa de la zona afectada.

¿Cuáles han sido los principales desafíos en esta intervención en Valencia en comparación con otras situaciones de emergencia?

Capitán Varela: Uno de los mayores desafíos en Valencia ha sido la magnitud del territorio afectado, que abarca una zona de 54,000 km². A esto se ha sumado la dificultad de acceder a las localidades afectadas debido a la gran cantidad de vehículos, barro y escombros, lo cual ha representado uno de los mayores obstáculos que hemos enfrentado.

En algunas zonas, el acceso solo fue posible inicialmente gracias a los helicópteros y a los drones que han mapeado el terreno en tiempo real facilitando información esencial para ir tomando decisiones y redirigiendo nuestros esfuerzos. Otro reto importante ha sido la extracción de agua y lodo en infraestructuras urbanas (se calculan entre 4 y 5 millones de m3 de lodo), donde los medios de achique de gran capacidad han trabajado de forma continua.

Además, el equipo de psicólogos ha trabajado sin descanso, tanto con nuestros intervinientes como con personal civil. El hecho de estar trabajando de manera prolongada en una zona con tanta población afectada o estar trabajando en la morgue, ha sido un reto psicológico que gracias al trabajo de este equipo ha podido ejecutarse con un menor impacto en las operaciones. Coordinar a más de 8,500 efectivos y maquinaria de tantas unidades distintas también ha supuesto un reto logístico importante, pero gracias a la experiencia previa en operaciones en las que se ha trabajado de forma conjunta, hemos logrado mantener una organización y sincronización total en las acciones.

¿Qué se ha aprendido de intervenciones anteriores que ha sido de utilidad para mejorar la respuesta en esta ocasión?

Capitán Varela: Cada intervención nos deja valiosos aprendizajes. En esta ocasión, uno de los factores clave ha sido la preposición de recursos en zonas vulnerables, lo que nos ha permitido responder con rapidez en el momento crítico. También hemos implementado mejoras en nuestros sistemas de comunicación y mapeo avanzado, que nos han permitido trabajar de forma totalmente integrada con el resto de las Fuerzas Armadas y cuerpos de emergencia. Los mapas 3D generados por los drones y el uso de helicópteros para reconocimiento en tiempo real han sido herramientas estratégicas que nos han permitido tomar decisiones basadas en datos actualizados, ajustando nuestros despliegues en función de las necesidades sobre el terreno.

A partir de esta intervención en Valencia, ¿qué recomendaciones hace la UME para mejorar la prevención y preparación en regiones vulnerables a fenómenos como las DANAs?

Capitán Varela: Las DANAs son fenómenos de creciente frecuencia e intensidad, por lo que la prevención debe ser una prioridad. Además, es importante que la población esté informada sobre rutas de evacuación y protocolos de seguridad, especialmente en las áreas de mayor riesgo. Programas de capacitación y simulacros también son necesarios, ya que permiten a la población saber cómo actuar y colaborar con los servicios de emergencia en situaciones de riesgo extremo.

Para finalizar, Capitán Varela, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a la ciudadanía sobre la importancia de la colaboración y preparación en emergencias climáticas como la DANA de Valencia?

Capitán Varela: En momentos de emergencia, la colaboración y la preparación marcan una gran diferencia. Queremos recordar a la ciudadanía que seguir las indicaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad y mantenerse informados por fuentes oficiales es fundamental. La UME y todas las Fuerzas Armadas, junto con los cuerpos de seguridad y los servicios de emergencia, estamos aquí para proteger y apoyar a la población, pero la seguridad comienza también en cada hogar. La colaboración ciudadana es clave para que podamos actuar con rapidez y efectividad en situaciones tan críticas como las de esta DANA en Valencia.