Antonio Pérez Turró (AES): “El gran desafío en 2023 será avanzarse a las amenazas”
El gran desafío de 2023, pero también de los años venideros, será avanzarse a las amenazas que cada día evolucionan a ritmo frenético, según afirma en la siguiente entrevista Antonio Pérez Turró, Presidente de la Asociación Española de Empresas de Seguridad (AES), que explica las previsiones del sector de la seguridad para el último trimestre del año y 2023.
¿Con qué previsiones afronta el sector de security la segunda mitad de 2022?
Si tuviera que darle una respuesta corta, le diría simplemente que con vigor y grandes expectativas, tanto en posible volumen de necesidades como de expansión de nuevas soluciones de seguridad. Aunque siempre hay un pero. Esta rotunda afirmación se puede poner en espera o, en el mejor de los casos, ralentizar debido a los diversos problemas que acechan a todas las actividades comerciales.
Después de la pandemia hemos sufrido una falta de suministros y materias primas, de la cual aún no nos hemos recuperado del todo. Por si fuera poco, la inflación galopante pone en cuestión la escala de márgenes imprescindible para el desarrollo económico de empresas y trabajadores, frenando el consumo y en consecuencia las instalaciones y servicios de seguridad. El anunciado aumento de tipos de interés del dinero, si bien debe frenar la inflación, tampoco ayudara a cumplir los planes previstos.
Con todo, en ningún caso quiero lanzar un mensaje pesimista. El sector es fuerte y maduro como se ha podido comprobar en estos tiempos difíciles y cambiantes, buena prueba de ello la tuvimos en el éxito del reciente SICUR 2022. Nos adaptamos y crecemos. También en esta segunda parte del año.
En este sentido, ¿qué nuevas necesidades han surgido en el sector durante este año?
Más que nuevas, son siempre o casi siempre una evolución. Cuando en la respuesta anterior mencionaba el volumen de necesidades de seguridad, inherente a esa creciente demanda van nuevos desafíos, con sus oportunidades y soluciones. A veces son pequeños pero importantes matices en la seguridad más clásica: física y electrónica. Otras muchas son la combinación absolutamente imprescindible de ambas: barreras físicas, detección electrónica (ambas de nivel acreditado por las normas y ensayos correspondientes), y transmisión rápida y recepción fiable y sin interferencias.
Como bien puede suponer, todos estos elementos, llamémosles clásicos, aunque con tecnologías de última generación, enlazan con la ciberseguridad y su amplísimo campo de actuación. De hecho, ya no se puede hablar de seguridad integral o completa sin la ciberseguridad. No ha surgido este año, pero sí que su desarrollo está siendo exponencial, al ritmo de las amenazas o desgraciadamente algo por detrás.
Precisamente en este nuevo contexto, ¿qué desafíos planteará la ciberseguridad en 2023?
Vuelvo a referirme a mi respuesta anterior, a las últimas palabras. El gran desafío de 2023, pero también de los años venideros, no es la ciberseguridad que ya está aquí para quedarse, sino avanzarse a las amenazas que cada día evolucionan a ritmo frenético. Debemos esforzarnos en ver más allá y dotar a nuestras soluciones y servicios de métodos de detección y avanzarnos con soluciones imaginativas, de concienciación y desde luego tecnológicas. No es fácil ni va a ser cuestión de unos pocos, sino del esfuerzo de muchos.
Como es algo que en nuestra asociación AES, hace tiempo que vimos, hace ya unos años creamos el Área de Ciberseguridad que, formada por expertos de primer nivel, viene trabajando con esfuerzo y constancia para proponer acciones y soluciones al sector y a la sociedad en general. Se han publicado trabajos muy interesantes que invito a sus lectores a consultar. Ah, y no va a ser solo cuestión de 2023 y de las empresas, es algo que nos atañe a todos y cada uno; y cada uno debe poner sus sistemas alerta para no verse afectado por un ciberataque.
Por último, agradezco a oportunidad que nos da IFEMA MADRID de comunicarnos por medio de estas entrevistas con todos los interesados en seguridad