Miguel Romón Mena (Aspa): “Urge intervenir el déficit de especialistas de manera inmediata”
El presidente de la Federación Aspa de Servicios de Prevención Ajenos, Miguel Romón Mena, nos explica en el siguiente artículo que la situación actual en materia de prevención de riesgos laborales exige una inmediata intervención para resolver uno, si no el mayor, de los problemas que hay en este ámbito: el déficit que existe en cuanto a profesionales especialistas en medicina y enfermería del trabajo. En su opinión, “urge analizar e intervenir este déficit de manera inmediata”.
Romón Mena lo explica de la siguiente manera: “si ya en la actualidad faltan más de 3.000 médicos del trabajo, en un plazo de 10 años este déficit se verá incrementado hasta cotas insostenibles. De esta manera los estudios estiman que, de seguir la actual tendencia, en el año 2032, faltarán más de 5.000 médicos del trabajo. Esta carencia de profesionales hace que los servicios de prevención propios de las empresas y las administraciones públicas, servicios de prevención ajenos, las mutuas, etc. no puedan desarrollar de manera correcta sus labores en el ámbito de la atención sanitaria y hace casi imposible cumplir con los requisitos marcados legalmente en el RD 843/2011”.
La Federación Aspa-Anepa considera que, aunque es necesario buscar soluciones a corto, si se desea aliviar este déficit a largo plazo, es necesario buscar las herramientas que permitan la incorporación de nuevos especialistas que cubran la bajas por jubilación de una especialidad que verá como 6 de cada 10 médicos se habrán jubilado en la próxima década.
Además, esta situación podría llegar a vulnerar los derechos constitucionales recogidos en el artículo 40.2 (“los poderes públicos velarán por la seguridad e higiene en el trabajo“) y también en el artículo 43 (compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Así mismo facilitarán la adecuada utilización del ocio).
Salud de los trabajadores
Según el presidente de la Federación Aspa de Servicios de Prevención Ajenos, no hay que enfocar la seguridad laboral como el mero hecho de evitar accidentes. “Supone velar por la salud de los trabajadores. Una carencia de profesionales sanitarios provoca una deficiente vigilancia de la salud que inevitablemente deriva en bajas laborales, accidentes y, también perjuicios económicos, para las arcas del estado y de las empresas”.
Un informe dela Sociedad de Medicina del Trabajo, asegura que si el Sistema Nacional de Salud se apoyara en los recursos de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales las arcas públicas se ahorrarían al año 8.000 millones de euros, pero para ello es necesario poner en valor el trabajo de los profesionales de la salud laboral, especialistas, ya que el actual déficit lo impide. No solo es un beneficio económico, sino que el consecuente mayor grado de salud de la población trabajadora conllevaría “la disminución del coste de la incapacidad temporal, el menor número de secuelas, la descarga de los servicios asistenciales y de urgencia ante una respuesta más rápida del sistema sanitario y un mejor uso del medicamento al poder hacer uso de dosis adecuadas por proceso”
Estrategia de seguridad y salud
Romón señala que “para ello hemos defendido su análisis dentro de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (2023-2027) a través de la creación de un grupo de trabajo al efecto”. Y añade que afrontar esta problemática es vital. “De este modo se fortalecería el sistema nacional de seguridad y salud, pero para ello es necesario promover acciones para el incremento del número de profesionales, prioritariamente sanitarios, con capacidad para el trabajo en prevención de riesgos laborales. Para que nos podamos hacer una idea, cada año solamente se ofertan 107 plazas MIR en toda España”.
Para ello es necesario un diálogo entre todos los agentes involucrados para afrontar un nuevo modelo atractivo para los profesionales. “Potenciando actividades que vayan más allá de los reconocimientos médicos, tales como promoción de la salud o trabajo en aspectos psicosociales, etc. O la necesaria revisión de los departamentos de vigilancia de la salud para incluir equipos multidisciplinares de especialistas sanitarios, siempre bajo la dirección de un especialista en medicina del trabajo”.
En conclusión, afirma que “es urgente la revisión del modelo de vigilancia de la salud y medicina del trabajo desde diversos prismas que garanticen el control y seguimiento de la salud de los trabajadores bajo parámetros de calidad y en condiciones de suficiencia estructural”.