¿Qué materiales utilizan las impresoras 3D?
Si estás pensado en invertir en una impresora 3D, antes deberías saber que es necesario para ponerla en marcha.
Una impresora 3D es un dispositivo que puede imprimir todo tipo de figuras con volumen (ancho, largo y alto) o tridimensionales en base a un diseño realizado previamente en ordenador. Se trata, pues, de crear una figura real gracias a un programa de diseño. Pero ¿sabes cuáles son los materiales de la impresora 3D para crear estas figuras?
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Cómo funciona una impresora 3D
Una impresora 3D puede crear desde objetos a escala hasta piezas de ingeniería, mecánica, medicina… Lo primero que se hace es el diseño de la pieza en ordenador, ya sea a través de un programa CAD, de modelado o bien tras descargarla de una plataforma. Este diseño se almacena en un archivo STL, en el que se introducen coordenadas como el tamaño de impresión, su altura o el número de capas que deseas que tenga la pieza.
Una vez implementados todos estos datos, se pasa al trabajo de impresión propiamente dicho. En primer lugar, hay que introducir el filamento por el extrusor. Este último irá empujando al filamento hasta llevarlo al hotend. Una vez allí, calentará el filamento hasta una temperatura de 180 grados centígrados, por lo que saldrá fundido por la boquilla. Finalmente, la impresora desplaza el hotend a través de los ejes X, Y y Z. A través de estos movimientos y los materiales de la impresora 3D, se le va dando forma a la pieza por medio de la superposición de capas.
Ventajas de las impresoras 3D
Antes de conocer qué material usa la impresora 3D, es muy interesante saber cuáles son las principales ventajas de estos dispositivos. La más importante tal vez sea la posibilidad de fabricar productos de bajo volumen en lotes de una unidad y a un coste muy bajo. De esta manera, cualquier empresa puede disfrutar de la máxima eficiencia en el uso de materias primas.
Por otro lado, este tipo de impresión permite fabricar productos personalizados, lo que ha supuesto toda una revolución en diferentes sectores industriales. Los modelos que se imprimen a escala pueden atender de urgencia todo tipo de necesidades de la forma más rápida. No en vano, todos los productos y piezas que se fabrican se imprimen para realizar una función.
Además, hay que tener en cuenta que la impresión 3D es sostenible. Solo se emplea el material necesario sin que haya posibilidad de dejar residuos. Por último, habría que señalar el enorme grado de optimización de la cadena de suministro que supone la impresión 3D para las empresas.
Los materiales de la impresora 3D
Como vimos anteriormente, las impresoras 3D trabajan con un filamento para la impresión de piezas y objetos. Está fabricado con un material termoplástico que se derrite al salir del extrusor durante la impresión y que se endurece a medida que se va enfriando. Hay dos tipos fundamentales de materiales termoplásticos.
Material ABS para la impresión 3D
Si hablamos de tipos de filamentos, este es sin duda el más utilizado en la impresión 3D. El filamento ABS es un material muy duro y resistente en estado sólido. No obstante, también puede encontrarse en formato polvo o en líquido. Una de sus principales ventajas es que es capaz de resistir las más altas temperaturas.
Por otro lado, el ABS es un material reutilizable, aunque no biodegradable, por lo que puede contraerse en contacto con el aire. Se emplea, sobre todo, para la fabricación de piezas de carrocería en automóviles, en la industria de los electrodomésticos o en la fabricación de fundas para móviles.
Material PLA para la impresión 3D
Conocido también como ácido poliláctico, el PLA es otro de los materiales de la impresora 3D más utilizados. Se trata de un termoplástico de origen natural y biodegradable. Un material muy sencillo y rápido de imprimir, aunque cuenta con el hándicap de no ser muy resistente en su estado sólido.
Su diferencia con respecto al material ABS es que el PLA no requiere de una plataforma con calefacción para imprimirse. Además, posee una alta velocidad de enfriamiento y de solidificación. Se emplea de forma habitual en la fabricación de implantes quirúrgicos, embalajes de alimentos, prendas desechables o productos de higiene.
Otros tipos de filamento
Además del plástico, existen otros tipos de filamentos que sirven a modo de materiales de la impresora 3D. Por un lado está el filamento Laybrick, una mezcla entre plástico y yeso que resulta ideal para impresoras de gran tamaño. Su temperatura de impresión oscila entre los 165 y los 190 grados centígrados.
Por último, hay que hablar del filamento Laywood-D3, una mezcla de plástico y madera. En este caso, lo que se recrea es una pieza con aspecto similar a la madera, hasta el punto de que se puede pintar y lijar.
Estos son, en definitiva, los principales materiales de una impresora 3D. Un dispositivo capaz de crear objetos tridimensionales y que, poco a poco, cada vez se está adentrando más en los sectores industriales.