¿Reemplazarán las criptomonedas al dinero real?
En los últimos años, el e-money y las criptomonedas se han convertido en el medio de pago usado en videojuegos, metaversos y plataformas para adquirir artículos, NFTs, actualizaciones y recompensas.
La moneda virtual Robux en la plataforma de multijuegos Roblox. Los V-Bucks del juego Battle Royale, Fortnite. Los simoleones de Los Sims, los Pokémon Go Coins, o los tokens MANA y SAND de los metaversos Decentraland y Sandbox…
Estas criptomonedas y monedas virtuales están avaladas por las mismas empresas y plataformas que las acuñan, y sustituyen a las divisas oficiales de los bancos centrales en estos ecosistemas digitales. Su valor se basa en la confianza y demanda que generan entre los mismos usuarios.
Sin embargo, no todo el dinero virtual es igual, opera de la misma manera o presenta las mismas funciones.
Estas son las principales formas de e-money:
Monedas virtuales
Nativas en el mundo de los videojuegos, los jugadores compran monedas virtuales con dinero real y luego las gastan en actualizaciones, complementos para el avatar o recompensas. En algunos casos, como la plataforma Roblox, los usuarios pueden volver a monetizar las monedas virtuales gracias al programa Developer Exchange, que permite desarrollar juegos y acceder al 25% de las ganancias que genere.
Criptomonedas
Desarrolladas sobre una base de datos descentralizada conocida como blockchain (cadena de bloques), estas monedas digitales no están reguladas ni dependen de ninguna autoridad central, como un gobierno o un banco. Las criptomonedas no existen en forma física, y de momento, tampoco se utilizan como medio de pago de manera generalizada. La primera criptomoneda descentralizada fue Bitcoin, que se lanzó por primera vez como software de código abierto en 2009. Desde el lanzamiento de Bitcoin, se han creado miles de criptomonedas.
Existen dos grandes tipos: las stablecoins, cuya cotización está ligada a activos reales como el oro o el dólar, y las altcoins, que son las criptomonedas alternativas al bitcoin.
También se comercializan otras clases, según su función y tecnología subyacente, como las memecoins, las utility coins, los utility tokens, los governance tokens, etcétera.
Token No Fungibles o NFT
A diferencia de las criptomonedas, que son tokens fungibles, los NFT son activos digitales no fungibles, únicos, y autentificados. Gracias a los smart contracts (contratos inteligentes), los NFT se pueden certificar y negociar mediante contratos de compraventa en marketplaces. El arte digital y las casas de subasta fueron los primeros sectores en comercializar NFT, pero ya hay muchos más que han incorporado NFT a sus líneas de negocio para monetizar sus actividades, como la industria de la música, el cine, o el sector retail, entre otros.
Fan Tokens
Muchas competiciones y clubes deportivos, como la selección española de fútbol, ya cuentan con su propio token para aficionados digital. Los fan tokens son criptomonedas virtuales, pero la principal diferencia frente a las criptomonedas tradicionales es que no funcionan como herramienta de inversión. Los fan tokens buscan promover el engagement entre los seguidores de los equipos, organizar rifas y recompensas para sus propietarios, y reforzar la comunidad y el sentido de pertenencia con el club. Puedes conocer los diferentes clases de fan tokens y cómo los clubes de fútbol y otras grandes competiciones deportivas los utilizan en la feria Grex World Congress.
Tokens Sociales
De momento solo existen como concepto, pero la empresa tecnológica Meta (antes Facebook) estudia introducir este tipo de tokens en sus redes sociales de Instagram, Facebook, y de realidad virtual Meta Quest. La idea es la emisión de tokens sociales como recompensa por las contribuciones significativas en grupos de Facebook o a los creadores de Instagram. Es probable que la moneda virtual de Meta no se levante sobre una base de datos descentralizada blockchain, y su función sea similar a los Robux de Roblox. No es la primera vez que Meta anuncia y luego abandona planes para acuñar su propia moneda virtual. El proyecto Libra, presentado en 2020 y vendido por 200 millones de dólares a principios de 2022, era una stablecoin basada en la cadena de bloques que nunca llegó a ver la luz.
Central Bank Digital Currency (CBDC)
Con la digitalización acelerada de la economía y los nuevos modos de pago con dispositivos electrónicos, la mayoría de bancos centrales del mundo han anunciado planes para introducir divisas digitales, conocidas como CBDC (por sus siglas en inglés). China fue la primera entre las grandes economías del mundo en comercializar su yuan en formato digital -el e-CNY-, como una manera de competir con las dos grandes plataformas tecnológicas privadas que contabilizan más del 90% de los pagos digitales: Alipay de Alibaba y WeChat Pay de WeChat.
Además de China, nueve pequeños países en su mayoría del Caribe también han introducido su divisa digital. Aunque se tratan de paraísos fiscales, como las Bahamas, o el proyecto piloto de los siete estados anglosajones del Caribe Oriental, formado por Antigua y Barbuda; Dominica; Granada; Montserrat; St. Kitts and Nevis; Saint Lucia, y St. Vincent. A finales del año pasado, Nigeria fue el primer país de África en implementar su CBDC. El e-Naira se puede almacenar en una billetera digital para su uso en pagos electrónicos. El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) en Estados Unidos también planean estudiar la digitalización del euro y del dólar, pero son proyectos en fase de investigación y podrían demorarse bastantes años.