11 abril 2024

Anatomía del oído: una guía completa de sus partes

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El oído es uno de los sentidos más importantes del cuerpo humano, permitiéndonos percibir los sonidos que nos rodean y comunicarnos con el mundo que nos rodea.

Aunque a simple vista parece ser solo un órgano, el oído en realidad está compuesto por varias partes que trabajan en conjunto para procesar y transmitir la información auditiva al cerebro. El oído se divide en tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno. Cada una de estas partes cumple una función específica en el proceso de audición y equilibrio.

Si eres profesional de la salud auditiva o visual, te recomendamos que visites Expoóptica - Expoaudio, que se celebra en IFEMA MADRID. En esta guía sobre la anatomía del oído, exploraremos en detalle cada una de estas estructuras, su función y su importancia para nuestra salud auditiva. Sumérgete en el fascinante mundo del oído humano y descubre cómo funciona este extraordinario sistema sensorial.

Qué partes forman el oído humano

Oído externo

El oído externo comprende la parte visible del oído, conocida como pabellón auricular o oreja, y el canal auditivo externo. El pabellón auricular, con su forma característica, actúa como un recolector de sonido, canalizándolo hacia el canal auditivo externo. Este canal, es un tubo que se extiende desde el pabellón auricular hasta el tímpano. Está revestido por piel y glándulas sebáceas y ceruminosas que producen cerumen, una sustancia cerosa que protege el conducto y ayuda a mantenerlo limpio. El cerumen también tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que protegen al oído de infecciones.

Oído medio

El oído medio está ubicado detrás del tímpano y contiene tres huesos diminutos pero fundamentales: el martillo, el yunque y el estribo, también conocidos como los huesecillos del oído. Estos huesos transmiten las vibraciones del tímpano a la cóclea en el oído interno.

Una de las principales funciones del oído medio es proteger el oído interno de daños. Cuando hay cambios bruscos de presión, como al subir a altitudes elevadas, el oído medio se encarga de ecualizar la presión para evitar lesiones en el tímpano y el oído interno. Además, al amplificar el sonido, el oído medio nos permite percibir los sonidos a diferentes niveles de intensidad sin dañar nuestro sistema auditivo.

Oído interno

El oído interno incluye la cóclea, un caracol en espiral lleno de líquido y células ciliadas que convierten las vibraciones en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar como sonido. Además, el oído interno alberga el vestíbulo y los canales semicirculares, que son cruciales para el equilibrio y la orientación espacial.

La importancia del oído interno radica en su papel crucial en la percepción del mundo que nos rodea a través del sentido del oído y del equilibrio. Gracias a esta compleja estructura anatómica, somos capaces de disfrutar de la música, comunicarnos con los demás y mantenernos en equilibrio mientras realizamos actividades cotidianas. Por ello, es fundamental cuidar nuestro oído interno y someterse a revisiones auditivas periódicas para detectar cualquier anomalía a tiempo y tratarla de manera adecuada.

Funciones del oído humano

El oído humano cumple una serie de funciones esenciales más allá de simplemente permitirnos escuchar. Estas funciones incluyen:

  • Equilibrio y orientación: El oído interno, específicamente el sistema vestibular que incluye el vestíbulo y los canales semicirculares, juega un papel fundamental en el equilibrio y la orientación espacial. Estos componentes ayudan al cuerpo a mantener el equilibrio y la postura, así como a percibir el movimiento y la aceleración.
  • Reflejos de protección: El oído también desencadena reflejos de protección en respuesta a sonidos fuertes o repentinos. Esto incluye el reflejo del estornudo acústico, que puede ser desencadenado por sonidos inesperados, y el reflejo del parpadeo en respuesta a sonidos fuertes.
  • Regulación de la presión: El oído medio desempeña un papel en la regulación de la presión del aire en el oído interno. Esto se logra a través de la trompa de Eustaquio, un conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la garganta. La apertura y cierre de la trompa de Eustaquio ayudan a igualar la presión del aire dentro y fuera del oído medio, lo que es crucial para mantener la audición y prevenir el malestar durante cambios de altitud, como al viajar en avión o bucear.

Qué huesos forman el oído humano

El oído humano está compuesto por varios huesos, pero los tres huesecillos del oído medio son especialmente importantes. El martillo, el yunque y el estribo trabajan en conjunto para amplificar y transmitir las vibraciones del tímpano a la cóclea, lo que nos permite escuchar.

Martillo

El martillo está unido al tímpano en su parte externa y se articula con el yunque en su parte interna. Cuando las ondas sonoras golpean el tímpano, éste vibra y transfiere estas vibraciones al martillo. El martillo amplifica estas vibraciones y las transmite al yunque.

Yunque

El yunque es el segundo huesecillo en la cadena de transmisión del sonido. Se conecta al martillo en un extremo y al estribo en el otro. Su forma única permite que amplifique aún más las vibraciones recibidas del martillo antes de transmitirlas al estribo.

Estribo

El estribo es el huesecillo más pequeño y ligero del cuerpo humano. Se articula con el yunque en un extremo y se apoya en la ventana oval del oído interno en el otro. Su función es transmitir las vibraciones amplificadas desde el yunque al oído interno. Debido a su diseño y ubicación, el estribo actúa como un pistón que amplifica las vibraciones y las transfiere al líquido del oído interno, donde se convierten en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar como sonido.

La limpieza del oído: cada cuánto y cómo

La limpieza del oído es importante para mantener una buena salud auditiva, pero es crucial hacerlo de manera segura y adecuada para evitar daños en el canal auditivo o el tímpano. En general, el oído es capaz de limpiarse por sí mismo gracias a la producción de cerumen, que ayuda a atrapar el polvo, la suciedad y otras partículas que puedan ingresar al canal auditivo.

Sin embargo, en ocasiones puede ser necesario realizar una limpieza más profunda. Es recomendable no introducir objetos como hisopos de algodón u otros objetos puntiagudos en el canal auditivo, ya que pueden empujar el cerumen más adentro o causar lesiones. En su lugar, se puede limpiar el oído externo suavemente con un paño húmedo o una toallita, evitando introducirlos en el canal auditivo. Si se experimenta una acumulación excesiva de cerumen que causa molestias auditivas, es recomendable consultar a un médico o un especialista en oídos para determinar el mejor curso de acción, que puede incluir el uso de gotas especiales para ablandar el cerumen o la irrigación del oído por parte de un profesional de la salud.

En resumen, entender la anatomía del oído humano es fundamental para apreciar la complejidad de nuestro sentido del oído y tomar medidas para proteger nuestra salud auditiva. Desde el oído externo hasta el interno, cada parte desempeña un papel crucial en nuestra capacidad para escuchar y percibir el mundo que nos rodea.

Por último, conoce las partes que componen el ojo y su importancia.