¿Qué es la taninoplastia y en qué consiste el tratamiento capilar?
La búsqueda de un cabello liso y manejable ha llevado a muchas personas a explorar diversas técnicas de alisado. Entre ellas, la taninoplastia se ha destacado en los últimos años como una opción innovadora y menos agresiva en comparación con otros tratamientos.
Este procedimiento se basa en el uso de taninos, compuestos naturales que se encuentran en las plantas y que, al ser aplicados en el cabello, ofrecen una solución efectiva para eliminar el frizz y conseguir un acabado suave y brillante.
En este artículo, exploraremos en detalle qué es la taninoplastia, cómo se realiza, sus beneficios, cuidados posteriores y lo que se puede esperar en cuanto a resultados. Si estás considerando un cambio en tu rutina de cuidado capilar y deseas conocer más sobre este tratamiento alisador, ¡sigue leyendo!.
¿Qué es la taninoplastia?
La taninoplastia es un tratamiento capilar innovador que busca ofrecer un alisado de larga duración y mejorar la salud del cabello. Este tratamiento de alisado utiliza taninos, componentes naturales que se encuentran en diferentes plantas, para modificar la estructura interna del cabello.
A diferencia de otros métodos que contienen formol y otros componentes químicos, la taninoplastia es considerada un tratamiento más orgánico y menos agresivo, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes buscan reducir el encrespamiento sin dañar su fibra capilar.
Principales beneficios del alisado con taninoplastia
Uno de los principales beneficios de la taninoplastia es su capacidad para reducir el encrespamiento y proporcionar un acabado suave y manejable, lo que resulta ideal para quienes luchan con el cabello seco y rebelde. Además, es adecuado para todo tipo de cabellos, desde lisos con frizz hasta rizados y afro. Además, puede aplicarse en cabellos teñidos o con mechas sin riesgo de alterar el color.
Además, este tratamiento tiene un efecto antioxidante que ayuda a hidratar y proteger el cabello, lo que contribuye a la salud del cabello en general. Después de la taninoplastia, es recomendable usar productos adecuados y un champú sin sulfatos para mantener los resultados, que pueden durar de 3 a 6 meses.
Este tratamiento capilar no solo permite un estilo más fácil y duradero, sino que también favorece el crecimiento capilar al mantener una cadena proteica saludable dentro del interior del cabello.
Proceso de la taninoplastia
Etapas del tratamiento
- Diagnóstico inicial: antes de comenzar, el profesional evalúa el estado del cabello para determinar si es apto para la taninoplastia y cuál es la mejor estrategia para obtener los resultados deseados.
- Lavado profundo: se realiza un lavado con un champú purificante para eliminar cualquier residuo de productos previos, abrir la cutícula y preparar el cabello para recibir el tratamiento.
- Aplicación del producto: el producto a base de taninos se aplica mechón por mechón, asegurándose de cubrir toda la longitud del cabello. Dependiendo del tipo de cabello y del nivel de alisado deseado, el producto se deja actuar entre 30 y 60 minutos.
- Sellado térmico: una vez que el producto ha sido absorbido, se procede a secar el cabello con secador y posteriormente se pasa la plancha en pequeñas secciones para sellar los taninos en la fibra capilar. Este paso es crucial para fijar el alisado y activar el brillo.
- Enjuague y finalización: después de planchar el cabello, se realiza un enjuague con agua tibia y se aplica un tratamiento hidratante o mascarilla para cerrar la cutícula y nutrir el cabello.
Productos utilizados
Los productos clave en la taninoplastia son aquellos a base de taninos, que pueden presentarse en cremas o geles. Estos productos no contienen químicos como formol o glutaraldehído, lo que garantiza un tratamiento más seguro. Además, suelen incluir ingredientes hidratantes como aceites naturales y proteínas que contribuyen al cuidado del cabello durante el proceso de alisado.
Comparativa nanoplastia vs. taninoplastia
La nanoplastia es otro tratamiento de alisado que, al igual que la taninoplastia, promete resultados naturales y libres de químicos agresivos. Sin embargo, existen algunas diferencias clave entre ambos tratamientos que pueden influir en la decisión de cuál elegir según el tipo de cabello y las expectativas.
En cuanto a la composición, la taninoplastia se basa en taninos, que son compuestos naturales extraídos de plantas. Por su parte, la nanoplastia utiliza nanopartículas de aminoácidos, vitaminas y otros nutrientes que penetran profundamente en la fibra capilar para reconstruirla desde el interior, proporcionando un alisado más potente y una mayor nutrición.
En relación a los resultados, ambos tratamientos ofrecen un alisado duradero y una notable reducción del frizz. No obstante, la taninoplastia es más adecuada para cabellos ondulados o ligeramente rizados, mientras que la nanoplastia suele ser preferida por quienes buscan un alisado más intenso y efectivo, incluso en cabellos muy rizados o afros.
Respecto a la duración del tratamiento, los efectos de la taninoplastia pueden durar hasta 6 meses, dependiendo de los cuidados posteriores y el tipo de cabello. Por otro lado, la nanoplastia, gracias a su fórmula más concentrada, puede ofrecer resultados que se mantienen por hasta 8 meses, lo que la convierte en una opción ideal para quienes desean alargar el tiempo entre tratamientos.
Finalmente, en cuanto al proceso de aplicación, aunque ambos tratamientos requieren calor para sellar el producto en el cabello, la nanoplastia puede demandar más tiempo. Esto se debe a la complejidad de los ingredientes y a la necesidad de un sellado más meticuloso para garantizar la penetración adecuada de las nanopartículas en la fibra capilar.
Cuidados posteriores al tratamiento
Consejos para prolongar el alisado
Después de realizar un tratamiento de taninoplastia, es crucial adoptar una rutina de cuidado adecuada para prolongar sus efectos. Uno de los aspectos más importantes es utilizar productos sin sulfatos. Los champús y acondicionadores libres de sulfatos son esenciales para no arrastrar el tratamiento del cabello, ya que estos productos ayudan a mantener la hidratación y evitan la apertura de la cutícula, asegurando que el alisado dure más tiempo.
Otro consejo útil es evitar lavados frecuentes. Espaciar los lavados a 2 o 3 veces por semana ayuda a mantener los taninos en el cabello, prolongando la duración del alisado. Al reducir la frecuencia del lavado, el cabello conserva mejor los nutrientes y la hidratación, lo que permite que el efecto del tratamiento se mantenga por más tiempo.
Si decides usar herramientas de calor como secadores o planchas, es fundamental aplicar un protector térmico. Este paso es clave para evitar que el calor dañe la fibra capilar o disminuya la efectividad del tratamiento. Un buen protector térmico crea una barrera que protege el cabello mientras mantiene la suavidad y el brillo del alisado.
La hidratación regular también juega un papel crucial en el mantenimiento de la taninoplastia. Aplicar mascarillas hidratantes o tratamientos capilares nutritivos al menos una vez a la semana es clave para conservar la suavidad y el brillo. Estos productos ayudan a reparar cualquier daño y a mantener la elasticidad del cabello, evitando que se vuelva seco o quebradizo.
Finalmente, es recomendable evitar productos con alcohol. Algunos productos de peinado, como lacas o geles, pueden contener alcohol, lo que reseca el cabello y disminuye los beneficios del tratamiento. Optar por productos más suaves y libres de alcohol es esencial para mantener el cabello hidratado y prolongar el resultado del alisado.