¿Qué futuro tienen las energías renovables en España?
El 42% de toda la energía producida en España procede de fuentes de energías renovables.
El desarrollo del uso y la obtención de energías renovables tiene gran protagonismo hoy en día. IFEMA MADRID ofrece en Genera, una amplia visión para el desarrollo de este sector, con la sostenibilidad, innovación y negocio como pilares estratégicos para crear una plataforma de contacto comercial y conocimiento.
España ha realizado una fuerte apuesta por la transición energética en los últimos años. La descarbonización del sector industrial, así como la proliferación del uso de energías renovables suponen un todo un reto para los grandes profesionales que operan dentro del territorio nacional
La transición energética tiene como principal objetivo la descarbonización de la economía y la adaptación y desarrollo de un modelo estratégico más responsable con el medio ambiente, a través de la potenciación e investigación de las energías renovables del futuro. España se ha marcado un ambicioso objetivo: en el 2030, el 42% de la energía producida en el país debe proceder de fuentes de energía renovables. Un proyecto englobado dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PINEC) 2021-2030. En definitiva, se trata de la contribución estatal al compromiso europeo que se firmó en el Acuerdo de París de 2016, y por el que se establecen medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero
Las energías renovables en España cobran, por la tanto, mayor importancia en la industriaEl país goza de recursos suficientes como para llevar a cabo una transición energética efectiva, aunque bien es cierto que en algunas comunidades mineras, como Asturias, cuya economía se basa en la extracción del carbón, esta iniciativa debe realizarse de una forma cuidadosa y estudiada, dado que se trata de un cambio total del modelo económico actual.
¿Qué tipos de energías renovables destacan en España?
Por su geografía, España cuenta con tres puntos fuertes para desarrollar las energías renovables del futuro. Desde zonas de montañas altas y largas extensiones de meseta, donde el viento puede nutrir de electricidad a varias poblaciones, hasta lugares donde el sol brilla casi todo el año, o potentes ríos de los que extraer electricidad. Por todo ello, se establecen tres modelos limpios que pueden convertirse en la base de la obtención de energía y en el pilar de un nuevo modelo económico que cuide del medio ambiente.
Energía eólica
Cuando se viaja por carretera dentro del territorio nacional no es extraño encontrar (y cada vez más a menudo) gigantescos molinos que forman enormes parques eólicos y que utilizan el viento para generar electricidad. La energía eólica ya lleva bastantes años implantada en el país, pero es ahora, gracias a las medidas del PINEC, cuando está viviendo su auténtico auge. Su funcionamiento, además, es relativamente sencillo: la energía eólica se obtiene al convertir el movimiento de las palas del aerogenerador en energía eléctrica.
Después, esa energía viaja hasta una subestación de distribución que, finalmente, lleva la electricidad al usuario. Actualmente, todas las autonomías, salvo Madrid, cuentan con un parque eólico. Con 23.484 MW de potencia acumulada, “la energía eólica en España ha sido la segunda fuente de generación en 2018. España es el quinto país del mundo por potencia eólica instalada, tras China, Estados Unidos, Alemania e India”, tal y como recoge la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
Cogeneración
Probablemente se trata del término más desconocido para la mayoría de los ciudadanos. La cogeneración se define como la producción conjunta, en un proceso secuencial, de energía mecánica y/o eléctrica y energía térmica útil, es decir, la producción simultánea de dos o más tipos de energía. Una planta de cogeneración suele estar constituida por motores alternativos, turbinas de gas o de vapor, que transforman la energía contenida en el combustible en energía mecánica y calor residual o de escape.
La energía mecánica suele transformarse en energía eléctrica a través de un alternador (este es el caso más usual), y el calor residual puede recuperarse en forma de vapor de agua, agua caliente, aceites térmicos y gases calientes, como fluidos termoportadores y dispuestos para sus aplicaciones térmicas, explican desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entidad pública empresarial adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Secretaría de Estado de Energía.
Energía solar
España es un país de sol, especialmente en la mitad sur del país. Es por ello que la energía solar es una apuesta segura dentro del marco de las energías renovables del futuro. La energía solar fotovoltaica aprovecha la radiación solar transformándola directamente en energía eléctrica, mediante el efecto fotovoltaico, que consiste en la emisión de electrones por un material cuando se le ilumina con radiación electromagnética (en este caso radiación solar). “España tiene ante sí un amplio potencial de desarrollo de energía solar térmica, con una media de 2.500 horas de sol aseguradas al año.
La poca nubosidad, la baja humedad ambiental, el clima seco y la incidencia de los rayos solares, hacen que nuestro país obtenga unos valores de radiación directa envidiables”, concreta el último informe elaborado por IDAE.