Las 10 clásicos del ballet más famosos y bonitos del mundo

El ballet clásico es una de las representaciones artísticas más bellas del mundo y cargada de una historia que se remonta al renacimiento italiano. La danza clásica ha evolucionado con el paso de los años y han surgido numerosas escuelas como la rusa, italiana, cubana y americana.

Si eres amante de los mejores espectáculos, no te pierdas las obras de ballet más conocidas de Tchaikovsky, El Lago de los Cisnes y El Cascanueces - Ballet Clásico de Ucrania en Madrid, que se celebran en el Palacio Municipal de IFEMA MADRID. Deslúmbrate por los mejores bailarines ucranianos recreando estos clásicos de todos los tiempos que llaman a todas las generaciones.

Listado de las obras de ballet clásico más famosas y bonitas del mundo

Decía la prima ballerina assoluta del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, que las grandes obras del ballet clásico no mueren, sino que permanecen dormidas durante mucho tiempo hasta que vuelven a desempolvarse y llevarse a escena.

¿Quieres conocer la historia de los ballets más famosos que existen?

El Lago de los Cisnes

El Lago de los Cisnes fue compuesto por Tchaikovsky y es, de hecho, el primero de sus ballets. El estreno de esta preciosa historia de amor entre la princesa Odette y el príncipe Sigfrido fue en 1877. La coreografía original corrió a cargo de Julius Reisinger, pero la versión moderna se atribuye a Marius Petipa.

En El Lago de los Cisnes, el malvado hechicero Rothbart lanza una maldición contra la princesa, convirtiéndola en un cisne, pero permitiéndole volver a su forma humana por las noches. En una cacería, el príncipe conoce a Odette y se enamora de ella perdidamente. La maldición de Rothbart solo puede romperse con el amor verdadero. Aquí es cuando entra en acción Odile, el famoso cisne negro, que embruja a Sigfrido para que se case con ella.

El final de este ballet es trágico, pero algunas versiones, como la del Ballet Nacional de Cuba, conceden a Odette y a Sigfrido un final feliz.

Giselle

Giselle es un ballet de dos actos, con coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli, así como música de Adolphe Adam. Giselle se considera una obra maestra en lo que al ballet clásico se refiere y fue estrenada en París en 1841. Aunque Adam fue el músico original, la variación del primer acto de esta obra pertenece a Minkus.

En un pueblecito de Renania, durante el medievo, el cazador Hilarión está enamorado de la joven Giselle y celoso de Loys, a quien la joven muestra su afecto. Loys es en realidad Albrecht, el duque de Silesia, que esconde su identidad para poder mezclarse con el pueblo. Giselle acepta encontrarse con Albrecht, que le jura amor eterno. Más tarde, Hilarión declara su amor a Giselle, pero ante el rechazo de ésta, él jura venganza.

Durante las fiestas de la vendimia, el cazador desenmascara al duque, que no duda en refugiarse en la princesa Bathilde, su prometida. Ante este acto, Giselle se enloquece y muere en brazos de su madre. Giselle se convierte en una de las Willis, espíritus de jóvenes muertas que buscan venganza y que danzan al anochecer y hasta el alba.

La consagración de la primavera

De la mano del compositor ruso Igor Stravinsky llega uno de los ballets más radicales en la historia de la música y la danza: La consagración de la primavera. La coreografía corrió a cargo de Nijinsky, un gran bailarín, y supuso un cambio en el ballet clásico y el nacimiento del ballet contemporáneo.

El argumento gira en torno al sacrificio ritual de una joven virgen para celebrar la llegada de la primavera. En realidad no hay una historia, sino una sucesión de coreografías, como el propio Stravinsky explicó en su momento.

La flauta mágica

Ballet cómico en un acto, con música de Riccardo Drigo y coreografía original de Lev Ivanov. La flauta mágica se estrenó en 1893. El éxito del ballet lo llevó a formar parte del repertorio del Ballet Imperial de la Rusia zarista, donde bailarinas como Anna Pavlova interpretaron el papel principal de Lise.

El Cascanueces

El Cascanueces, con música de Tchaikovsky y coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov, es uno de los clásicos de la Navidad. Se estrenó en 1892 en el Teatro Marinsky de San Petersburgo y está inspirado en el cuento original de E.T.A. Hoffman.

Esta es la historia de Clara, que prepara las Navidades junto a su familia y recibe, de manos de su padrino Drosselmeyer, un cascanueces. Después de las fiestas navideñas, Clara se despierta y se encuentra con una batalla entre un ejército de soldaditos, comandados por el cascanueces, los ratones y su temible rey. Gracias a Clara, los ratones se retiran y el Cascanueces se convierte en un príncipe.

El joven príncipe lleva a Clara a un viaje por una tierra lejana, llena de danzas, música y color. Destaca la representación de danzas de diferentes partes del mundo, así como el Vals de las flores, el Pax de Deux y el gran vals final.

La bella durmiente

El ballet de la bella durmiente también cuenta con música de Tchaikovsky y coreografía de Marius Petipa. El ballet se estrenó en 1890 y está basado en el tradicional cuento de Charles Perrault de 1697, así como en algunos relatos de los Hermanos Grimm.

Precisamente en el tercer acto del ballet aparecen personajes de otros cuentos de hadas como El Gato con Botas, La Cenicienta y Caperucita Roja, entre otros.

Don Quijote

Don Quijote es un ballet con coreografía y libreto de Marius Petipa, pero existen diversas adaptaciones. La música del ballet de Petipa corrió a cargo de Minkus y se divide en un prólogo y tres actos. Esta obra se estrenó en 1869 en el Teatro Imperial de Bolshói de Moscú.

Basado libremente en la obra de Miguel de Cervantes de Saavedra, el ballet sigue el romance de Kitri y Basilio, pero también las andanzas de Don Quijote y su fiel escudero, Sancho Panza.

Carmen

Carmen es un ballet con coreografía de Roland Petit, basado en la ópera homónima de Bizet. Este ballet se estrenó en París en 1949 y trata la trágica historia de Carmen, una cigarrera. Don José vive enamorado de Carmen y la secuestra durante un tiempo, pero ella está enamorada del torero Escamillo. El destino de Carmen es trágico en este bonito ballet de inspiración española.

Romeo y Julieta

El ballet de Romeo y Julieta está inspirado en la obra de William Shakespeare, con música de Prokófiev, que también participó en la creación del libreto. Se estrenó en 1940 en el Teatro Kirov, en Leningrado, con Galina Ulánova como la primera Julieta. Fue una obra difícil de ejecutar y adaptar coreográficamente hablando por la complejidad de la música.

Sueño de una noche de verano

Otro de los ballets inspirado en la literatura de Shakespeare es Sueño de una noche de verano. La música corrió a cargo de Mendelssohn y la coreografía por George Balanchine, icono del New York City Ballet.

En la historia, el duque de Atenas va a desposarse con Hipólita, reina de las Amazonas, pero todo se complica con los problemas entre Oberón, el rey de las hadas y los elfos y su esposa, Titania.