Las principales características de la pintura surrealista
Descubre el estilo surrealista, sus rasgos más importantes y pintores más populares.
La pintura surrealista se puede definir como una expresión de las artes plásticas contemporáneas que se identifica por la inclusión de elementos que superan o sobrepasan la realidad. En otras palabras, en estas manifestaciones de las artes visuales, las obras se componen de recursos psíquicos relativos a lo imaginario, a lo irracional, a lo inconsciente e incluso a lo onírico o asociado a los sueños. La pintura surrealista tiene su origen en el movimiento cultural del mismo nombre que se desarrolló en Europa, específicamente en París, Francia, tras la Primera Guerra Mundial, de la mano del reconocido escritor André Breton.
Esta expresión artística es resultado de las aproximaciones de distintos exponentes a elementos ilógicos y asombrosos en sus pinturas, como una respuesta revolucionaria a las concepciones y representaciones académicas del momento. A su vez, también se adoptaron muchos aspectos del dadaísmo, una corriente previa que precisamente se ha caracterizado por desafiar u oponerse al concepto de razón impuesto por el positivismo. En efecto, el desarrollo de este movimiento otorgó mayores libertades a los artistas para la expresión de sus ideas, más allá de las limitadas tradiciones realistas y con obras extravagantes que captaban la atención del público muy fácilmente.
En el marco de la feria ARCOlisboa, se detallan los rasgos más significativos de la pintura surrealista, algunos de sus principales exponentes en la historia, así como algunas obras destacadas.
Rasgos más importantes de la pintura surrealista
Tal y como se ha descrito, esta expresión artística se ha caracterizado por encontrar su inspiración en lo más profundo de la mente, dejando a un lado cualquier vestigio de razón o pensamiento lógico. Esta corriente, por sí misma, no busca reflejar o ser crítica de una realidad exterior, sino de simplemente expresar las ideas más abstractas de sus propios autores. En este sentido, los cuadros surrealistas se consideran entre los más difíciles de entender o encontrar su significado por parte de los espectadores.
Entre los elementos más resaltantes de la pintura surrealista se encuentran:
- Acceso a los campos más profundos del pensamiento con completa distancia de la atadura racional.
- Mezcla de conceptos, figuras o emociones que no tendrían cabida en el marco de un pensamiento lógico.
- Empleo de recursos como la crueldad o el humor para generar atracción en las obras y en su combinación de elementos e historias.
- Relación estrecha con los postulados marxistas, en especial con la idea de representación de un nuevo ser humano, de un hombre nuevo.
- Desarrollo de técnicas de creación libre cuya finalidad se centra en la liberación del ser humano de represiones personales y sociales.
- Imágenes de libres o múltiples interpretaciones a través de una presentación de objetos carente de cualquier sentido lógico es un rasgo característico de la pintura surrealista.
- Representación de contextos como el misterio, la destrucción, lo distópico, lo contradictorio o lo absurdo, entre otros campos.
- Construcción de objetos, fotografía y cinematografía a partir del ensamble de elementos o collages.
- Crítica, en varios casos, a la vida moderna y a las concepciones tradicionales tanto del arte como del pensamiento.
- Uso del método cadáver exquisito, que se basa en el dibujo de distintas partes de un texto o una figura, así como el empleo de la técnica del Forttage, que consiste en dibujos creados a partir del roce con superficies rocosas.
- Afinidad con los pensamientos prohibidos, en especial con la representación del sexo de manera impúdica.
Principales exponentes de la pintura surrealista
El movimiento surrealista surge, en principio, como una nueva forma de expresión del pensamiento. En este sentido, no puede dejar de mencionarse a André Breton, ensayista, poeta, escritor y, por supuesto, teórico, considerado el padre del surrealismo. Esta manifestación cultural, además de destacar por su literatura, también lo hizo con las artes visuales y en especial con la pintura, con importantes exponentes a lo largo de su historia.
Algunos de los pintores surrealistas más reconocidos son:
Salvador Dalí
Además de ser uno de los más famosos pintores surrealistas españoles, también lo fue de toda la expresión artística. Evocaba en sus obras la ironía y la provocación, al plasmar terrenos inhóspitos o crueles. Entre sus cuadros más destacados se encuentran Jirafa en llamas y La persistencia de la memoria.
René Magritte
Este pintor belga se hizo especialmente popular tras la década de los 50 con obras que expresaban misterios, enigmas y representación de imágenes sin sentido lógico. Entre los cuadros renacentistas más reconocidos de este autor destacan El hijo del hombre, Los amantes y la serie, y Ceci n’est pas un pipe.
Joan Miró
Aunque los inicios de su carrera se centraron en el expresionismo y el cubismo, este destacado pintor español viajó a Francia en pleno auge de la pintura surrealista, de donde adoptó la expresión onírica característica de su obra posterior. Implementó fuertes luces y creación de figuras para reflejar eventos sociales y políticos. Entre sus cuadros destacan Paisaje Catalán y El carnaval de arlequín.
Remedios Varo
Esta artista también destacó entre los principales pintores surrealistas españoles al combinar mundos de ensueño, figuras fantasmales y la ausencia del sentido del tiempo. El alquimista, La ciencia inútil y Papilla fueron algunas de sus obras más influyentes.
Como se evidencia, los pintores españoles tuvieron una gran influencia en el movimiento surrealista, quizás como una manera de desafiar al poder tras los conflictos bélicos y civiles en los que se vio envuelto el país para la época. Algunas de sus obras caracterizaron el arte contemporáneo español que puede apreciarse en museos de Madrid y de otras regiones del país.