Pat Equilux

Patricia Fernández Iñesta, nacida en Elda, conocida como la ciudad del calzado, ha crecido con la moda como parte de su vida. Proveniente de familia zapatera, supo desde pequeña que la moda era el camino para ir expresando, junto al transcurso de la vida, sus más íntimas emociones y vivencias. Es así como Pat Equilux nace a la vez que se crea una persona.

Destaca por ser una marca humana que resalta sobre todo la empatía y comprensión que nos lleva a nuestro mayor anhelo, la inclusión de cualquiera. Conecta con el público creando aquello que llena los pequeños vacíos que la vida va formando, con diseños únicos con los que este pueda sentirse identificado. Gracias a sus raíces, la marca tiene un enfoque sostenible, utilizando materiales obtenidos de restos de fábricas, reciclados y posteriormente manipulados de forma artesanal. 

Líneas de la colección  

“Espejos”

En esta colección, he querido dar forma física a los espejos de mi vida, no en su sentido literal como personas, sino como el reflejo de emociones, aprendizajes, lecciones y momentos que esas personas han dejado en mí. La propuesta adquiere un matiz sutil y casi filosófico, materializándose en patrones rectos y deconstruidos que reinterpretan las típicas prendas de nuestros armarios, jugando de manera innovadora con texturas. Además, hemos transformado puntadas funcionales en detalles decorativos, personificando la linealidad del paso del tiempo a través de líneas precisas y representando la naturaleza impredecible de esos momentos mediante patrones deconstruidos.

Camisas, hombreras y bermudas, entre otras piezas, se sitúan intencionadamente a medio camino entre lo masculino y lo femenino, reflejando nuestra ideología y rompiendo con los cortes y diseños tradicionales de la ropa masculina, a menudo marcados por códigos rígidos que buscaban imponer ideas de poder y uniformidad. Hemos explorado la confluencia entre feminidad y masculinidad, apostando por una cohesión armónica en lugar de una disensión.  

Las costuras deshilachadas y sin rematar evocan lo inesperado de la vida y la continuidad del día a día, complementadas por largas bandas aparentemente infinitas que simbolizan las huellas de la línea de la vida. La paleta cromática elegida combina blancos y negros, que emulan las luces y sombras que habitan en cada uno de nosotros, con marrones que transmiten seguridad y toques de amarillo pastel, un color que evoca calidez, felicidad y positividad. Juntos, estos tonos crean una narrativa visual que define la esencia de esta colección.