Ventajas y desventajas de los coches eléctricos
Disponer de un coche eléctrico supone múltiples ventajas, pero en ocasiones, conviene recordar que también tiene pequeños inconvenientes.
Los vehículos eléctricos son ya una de las mejores opciones que podemos encontrar cuando vayamos a hacernos con un nuevo coche. Este segmento del mercado ha explorado un crecimiento sin igual en los últimos años. Pero ¿son realmente una realidad ahora o ya existían hace algunos años? La respuesta nos remonta al siglo XX.
Concretamente al año 1946, momento en el que se fabricó el automóvil DAR. El primer coche eléctrico que se confeccionó en nuestro país. Fue en Sevilla y lo hizo Francisco Domínguez-Adame Romero. Tardó en fabricarlo, junto con su familia, cinco meses, y lo hizo de manera artesanal. El motivo de esta creación atemporal tuvo lugar por la escasez de combustibles y en la actualidad, está promovida por los cambios en la movilidad derivados por el avance de la sociedad que explora nuevas opciones de transporte que son consecuentes con el cuidado del medio ambiente, con la protección de los entornos naturales y con las opciones del futuro.
Este será uno de los retos que se tratarán en Global Mobility Call, y que espera ser una opción real entre el común de la sociedad a corto plazo. Así lo afirman los compromisos de la Unión Europea en la agenda 2030, que mira hacia la reducción de al menos un 55% de las emisiones netas de gas de efecto invernadero en el espacio europeo para el año 2030, respecto al nivel del pasado 1990. Este efecto irá compaginado con la estimulación, para fabricantes y particulares, de producir y comprar vehículos eléctricos, ya que estos son los que responden a la limitación de la emisión de gases.
También es este uno de los objetivos marcados por el gobierno en cuanto a la flota de vehículos eléctricos que circulen en nuestro país, que pasa por alcanzar los cinco millones de coches impulsados por esta energía antes del año 2030.
¿Qué ventajas supone tener un coche eléctrico?
Son muchos los beneficios que implica contar con un vehículo impulsado por energía eléctrica. En este artículo los desglosaremos.
Promoción de la energía limpia
La principal ventaja que implicar conducir un coche eléctrico es la nula emisión de gases contaminantes de infecto invernadero. Esto los coloca como uno de los principales factores que potencian su uso en las ciudades, ya que es en estas urbes donde suele haber problemas con las emisiones que provocan la restricción o la limitación de la circulación.
Ventajas fiscales
Contar con este tipo de vehículos conlleva grandes ventajas fiscales en todo momento. Para empezar, esta modalidad cuenta con interesantes ayudas para la compra de estos coches. Pero además, están exentos de pagar el impuesto de matriculación y disponen de una reducción en el impuesto de circulación. Junto a ello, la rebaja en los precios de las zonas de estacionamiento regulado, en parkings o incluso en peajes, son algunas de las ventajas que cuentan a nivel fiscal esta clase de vehículos.
Economía en el uso y mantenimiento
A largo plazo, los coches eléctricos también son más económicos. Su consumo supone una gran ventaja frente a los vehículos de combustión tradicionales. Esto significa que con 1€ podrías recorrer hasta 100km. Mientras que en lo que a mantenimiento se refiere, su mecánica es más sencilla y menos susceptible de sufrir averías. Por ello, las visitas al taller se reducen.
¿Qué inconvenientes supone tener un coche eléctrico?
Debido al impulso y desarrollo de esta modalidad, aún quedan aspectos por mejorar en esta gama de vehículos que resumimos en los siguientes puntos.
Autonomía limitada
Como bien hablamos en el artículo sobre la autonomía de los coches eléctricos, es una de las limitaciones que tienen este tipo de coches a la hora de moverse, ya que las baterías limitan los largos desplazamiento. No obstante, el continuo desarrollo de esta tecnología está permitiendo mejorar bastante la autonomía, alcanzando en la actualidad los 700km con una sola carga en alguna gama de vehículos premium.
Planificación de los viajes
Si bien la autonomía limita los desplazamientos, también lo hace la planificación. Esto provoca que los viajes de largo recorrido tengan que estar planificados para contar con las estaciones de recarga previstas para evitar problemas con la autonomía.
Menos potencia en la conducción
Podríamos decir que es una limitación menor, ya que no siempre se busca en un vehículo una alta eficiencia energética y de potencia. Pero es importante remarcar que estos coches no alcanzan las mismas velocidades puntas que los vehículos impulsados por los combustibles tradicionales.
Unas conclusiones que impulsan la movilidad eléctrica
Tras analizar las ventajas y las desventajas que puede tener la movilidad eléctrica, el continuo desarrollo y el trabajo en el progreso por mejorar las autonomías y las baterías de estos vehículos los coloca, cada vez más, en una mejor posición para convertirse en una de las principales realidades a la hora de hacerse con un vehículo.