Aumento del tráfico aéreo: la Intermodalidad como alternativa sostenible
La recuperación del tráfico aéreo tras la pandemia de COVID-19 ha sido significativa, impulsada tanto por el turismo como por los viajes de negocios. Sin embargo, el transporte aéreo sigue siendo una de las principales fuentes de emisiones de CO2 en el sector del transporte, lo que subraya la urgencia de buscar alternativas sostenibles. La intermodalidad, que combina diferentes modos de transporte para optimizar la eficiencia y reducir el impacto ambiental, emerge como una solución clave para abordar este desafío. Global Mobility Call celebra una nueva edición del evento internacional de movilidad sostenible organizado por IFEMA MADRID y Smobhub, del 19 al 21 de noviembre de 2024.
Desde el inicio de la pandemia, el tráfico aéreo en Europa ha mostrado una notable recuperación. En 2023, el número de pasajeros aéreos transportados en la Unión Europea alcanzó los 976 millones, lo que representa un incremento del 19% en comparación con el año anterior, según Eurostat.
El tráfico aéreo en 2023 alcanzó aproximadamente el 85% de los niveles de 2019, según Eurocontrol, impulsado por un aumento en los viajes de turismo y negocios. En España, AENA reportó que en 2023 los aeropuertos españoles gestionaron más de 250 millones de pasajeros, un 90% del tráfico registrado en 2019. Aena estima que en 2024 se superen los 300 millones de pasajeros, superando así con creces el volumen pre-pandemia.
Impacto climático del transporte aéreo
El transporte aéreo es uno de los modos de transporte más contaminantes, responsable de alrededor del 2.5% de las emisiones globales de CO2, pero ese porcentaje aumenta rápidamente muy por delante del tren, el coche o el tráfico marítimo. En la Unión Europea, los vuelos representan aproximadamente el 3,7% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero según la Agencia Europea de Medio Ambiente.
La necesidad de descarbonizar el transporte aéreo es crucial para cumplir con los objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París, que buscan reducir las emisiones en al menos un 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990.
La intermodalidad como solución sostenible
La intermodalidad ofrece una alternativa viable para reducir la dependencia del transporte aéreo, combinando diferentes modos de transporte como trenes de alta velocidad, autobuses eléctricos y servicios de carsharing. Esta estrategia no solo disminuye las emisiones de CO2, sino que también mejora la eficiencia y conveniencia del transporte.
Países como Francia y Alemania están liderando el camino en la adopción de soluciones intermodales. En Francia, se ha implementado una prohibición de vuelos domésticos en rutas donde el viaje en tren tarda menos de 2.5 horas. Esto ha incentivado el uso del tren, que es una opción más sostenible.
En Alemania, la integración de servicios ferroviarios y aéreos, como el programa "Lufthansa Express Rail", permite a los pasajeros combinar billetes de tren y avión en una sola reserva, reduciendo la necesidad de vuelos cortos.
Retos y oportunidades
A pesar de los avances, la implementación de soluciones intermodales enfrenta varios retos. La falta de infraestructura adecuada, la necesidad de coordinación entre diferentes operadores de transporte y la resistencia de los consumidores a cambiar sus hábitos de viaje son obstáculos significativos. Sin embargo, estos desafíos también representan oportunidades para innovar y desarrollar nuevas tecnologías y políticas que promuevan la sostenibilidad.
Global Mobility Call, que se celebrará en IFEMA MADRID del 19 al 21 de noviembre de 2024, abordará estos retos y explorará soluciones innovadoras para acelerar la transición hacia un transporte más sostenible. Este evento reunirá a expertos de la industria, responsables políticos y otros actores clave para discutir y compartir las mejores prácticas en intermodalidad y descarbonización del transporte.
En conclusión, la intermodalidad se presenta como una alternativa prometedora para reducir el impacto ambiental del transporte aéreo en Europa. La combinación de diferentes modos de transporte no sólo puede disminuir las emisiones de CO2, sino también mejorar la eficiencia y conveniencia del sistema de transporte, contribuyendo así a los objetivos de descarbonización y sostenibilidad establecidos por la Unión Europea.