¿Qué es la arquitectura sostenible?
Si los nuevos entornos urbanos miran al medio ambiente para ser planteados, los edificios también. Con el paso del tiempo, el uso de materiales sostenibles también será aplicable a las edificaciones y las nuevas estructuras. Esta corriente, que cada vez está más presente en las ciudades, es una buena alternativa para reducir el impacto negativo de los materiales de construcción en el medio ambiente.
La sociedad cambia hacia un universo más sostenible y los entornos urbanos también. ¿Por qué no iban a hacerlo también las construcciones e infraestructuras? La preocupación y aplicación del desarrollo de vida, con una mirada hacia el medio ambiente, ha llevado a que también se tenga en cuenta este tipo de prácticas en materia de arquitectura.
De esta manera, la arquitectura sostenible es una práctica cada vez más extendida en las edificaciones y en las ciudades. Porque es importante que en todos los ámbitos en los que se pueda cambiar algo para mejorar el planeta, siempre será importante.
Definición
La arquitectura sostenible se define como la práctica del diseño y la construcción de edificios desde una perspectiva que engloba los recursos naturales utilizados y la conciencia por minimizar el impacto negativo en el medio ambiente.
Como ya pudimos comprobar en este artículo sobre ciudades sostenibles, es realmente importante que extienda esta práctica para mejorar los entornos. No sólo en la edificación sino en la creación de núcleos que vayan alineados con el cuidado y la sostenibilidad, siendo capaces de garantizar su continuidad y desarrollo sin agotar los recursos naturales de los que disponen.
En la actualidad, las edificaciones de nueva construcción tienen una tendencia a crear espacios más limpios y con materiales que no generan huella negativa, sino al contrario, consiguen aportar para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero. Esto sucede, por ejemplo, con los jardines que se plantan en los tejados de muchos edificios, ya que consiguen retener una parte del dióxido de carbono que se emite en las ciudades.
Características de las construcciones sostenibles
Las características que suelen tener estos edificios pasan por la implantación de paneles solares para utilizar energía limpia y renovable; con captadores de lluvia para recoger agua y reutilizarla en los procesos que se lleven a cabo en cada edificio. E iluminación de bajo consumo e inteligente, para aprovechar los recursos al máximo y evitar el desperdicio de energía.
De igual manera, el uso de materia prima de cercanía, plantas de compostaje y gestión de residuos, y sistemas de ahorro de la propia energía que, además, eviten el gasto innecesario de fuentes de calor a través de la calefacción, gracias al aislamiento que permita una buena refrigeración en verano y guardar el calor en invierno para lograr eficiencia energética y confort.
La verdadera importancia de la arquitectura sostenible
El desarrollo de los nuevos materiales también ha impulsado esta corriente, por ello su importancia crece. Se convierte toda la fase de construcción en un proceso sostenible. Así, tanto la gestión del recurso previo como el uso y la eficiencia de ese edificio a posteriori también contará con esa distinción.
Para tener en cuenta la arquitectura que promueve una cultura ecológica, se establece el Código Técnico de la Edificación, según el cual el proceso de la edificación, por su directa incidencia en la configuración de los espacios habitados, implica un compromiso de funcionalidad, economía, armonía y equilibrio medioambiental, de evidente relevancia desde el punto de vista del interés general, tal y como suscribe esa ley.
Así, esta modalidad de arquitectura tiene en cuenta todo el transcurso completo de la edificación, y por ello la gran importancia de esta ley para las construcciones de edificios en los nuevos espacios urbanos.
Nuevos espacios, nuevos entornos
Además de la importancia de la arquitectura sostenible, con ella va intrínseca la nueva creación de espacios en los que las personas y la naturaleza va a tener un mayor protagonismo. Si hace cincuenta años la idea era dar más relevancia al coche para poder tener mejor acceso a todas las partes de la ciudad, ahora esa idea cambia drásticamente, y son las personas quienes comienzan a tener el protagonismo.
Espacios limpios, con multitud de espacios verdes y accesibles, son las claves de las ciudades del futuro que ya han empezado a ser planteadas.
En este aspecto, existe un nuevo concepto: ciudades 15 minutos. Estos son espacios en los que, dentro de cada ciudad, todo el mundo debe tener acceso a las necesidades básicas desde su punto de origen en su casa hasta su lugar de trabajo, la escuela, lugares de ocio o zonas de compra.
Este nuevo planteamiento cambia, además de la distribución de las ciudades, el diseño para evitar que se tenga que utilizar el vehículo privado y por ello generar nuevas emisiones de efecto invernadero al planeta.