¿Cómo funcionan las bicicletas solares?
Los modelos de movilidad limpios y respetuosos con el medio ambiente cada vez representan una variable más importante para el ecosistema urbano. A ello se une este caso que es capaz de implementar en una bicicleta, el impulso mediante energía limpia como es la solar, a través de placas en la propia bicicleta que amplían su autonomía en función de los modelos.
Los entornos urbanos, en materia de movilidad, incluyen cada vez más variables que son limpias y respetuosas con el medio ambiente. Aquellas que no lo son, ya no tienen cabida en las ciudades. Por ello, los ejemplos de transporte sostenible son clave. Aquí entra en juego la bicicleta.
Papel fundamental en las sociedades del futuro
Es un transporte que lleva en nuestra vida muchos años, y se está instalando paso a paso en las grandes ciudades gracias a su facilidad de uso y su comodidad. Además, desde las administraciones locales se están poniendo en marcha planes para el desarrollo de carriles adaptados, accesibilidad en el transporte público para lograr intermodalidad.
Pero además, el ahorro de tiempo, dinero y la no producción de sustancias contaminantes son algunas de sus grandes ventajas, como pudimos comprobar en el artículo ejemplos de transporte sostenible.
La bicicleta también ha vivido y formado parte del desarrollo tecnológico. Si antes eran únicamente impulsadas por fuerza humana, ahora existen con paneles solares auto recargables que dotan a este vehículo de autonomía suficiente como para recorrer hasta 100 kilómetros aproximadamente.
Estas bicicletas solares, incorporan en su estructura células fotovoltaicas, que son capaces de recoger la energía que ofrece el sol y la luz, para alimentar una batería que, gracias a un motor, mueve la bicicleta impulsando el pedaleo natural. La parte buena de estas bicicletas es que no tienes necesidad de enchufarte a la corriente para recargarla como si sucede en las bicicletas eléctricas tradicionales. El inconveniente, es el exceso de peso que soporta tener que mover los paneles solares. Por ello, estas bicicletas están fabricadas en fibra de carbono para limitar y optimizar al máximo el peso del cuadro y los distintos componentes.
Tipos de bicicletas solares
Existen dos variables, aquellas que incorporan las placas en los propios radios de la rueda del vehículo, y aquellas que los llevan en el cuadro de la bicicleta. Además, ambas dos incorporan una batería que acumula toda la energía que se va recibiendo y la transmite al motor que mueve la bici.
Estás bicicletas, que al igual que los coches con paneles solares, no están muy extendidas entre las ciudades, pero cada vez más, van siendo opciones a tener en cuenta. Sobre todo, porque son una alternativa muy competitiva en las ciudades para cubrir los trayectos cortos que se pueden realizar en moto o en coche.
Ambas opciones, tanto los coches solares, de los cuales pudimos aprender algo más en el artículo sobre como funcionaban este tipo de coches, como las bicicletas solares, se están convirtiendo en una pieza más que complementa la intermodalidad en el transporte de las ciudades. Una opción que combina diferentes medios para poder lograr un destino final.
Debate sobre movilidad sostenible
Y es que, tal y como se está desglosando en el marco de Global Mobility Call y las diferentes ponencias que alberga este evento, el transporte está en un proceso de cambio hacia la descarbonización en todos los elementos que lo conforman. Y así ocurre también con las bicicletas, son una alternativa a la se puede incluir un complemento para que recarguen su batería de manera autónoma y no tener que enchufar a la corriente, lo cual supondrá un ahorro en tiempo y en dinero.
Su facilidad de uso y la comodidad en las ciudades representa una opción realmente interesante, así deja entrever el estudio presentado por Ineco “La Bicicleta en la Ciudad” con el que han analizado como, donde y cuanto se usa este medio de transporte. Dejando claro que las ciudades que albergan una mayor cuota de uso de la bicicleta entre las opciones habituales de movilidad representan aquellas zonas donde más bicis de uso público hay por habitante. Esto es algo que no deja de crecer entre los planes de las administraciones locales respecto a la implantación de servicios público de alquiler.