Combustibles alternativos para el transporte
El avance y el desarrollo de las industrias ha provocado un gran impulso para encontrar nuevos métodos con los que impulsar las distintas opciones de movilidad. En este artículo vamos a conocer cuales son esos combustibles alternativos que se usan para el transporte.
La movilidad actual, que se encuentra en proceso de transformación, lleva años desarrollando nuevas energías y combustibles que sean capaces de mantener la eficiencia en sus funciones y respetar el medio ambiente que nos rodea. De estas dos premisas han ido surgiendo combustibles alternativos que hoy en día son una realidad en el parque móvil de nuestra sociedad.
Estos nuevos materiales responden a la demanda global de la sociedad de encontrar elementos que promuevan una movilidad limpia. Ejemplo de esta nueva movilidad, que nos encontraremos en la sociedad del mañana, son los foros temáticos que se tratarán en Global Mobility Call y que ayudarán a comprender como, y de que manera, nos vamos a mover en un futuro muy cercano.
Eso sí, en este caso el presente ya es ejemplo de uso de estos combustibles alternativos que tienen utilidad en nuestra sociedad y que podemos ver en el día a día, tanto en los vehículos privados como en el transporte público o de mercancías.
La energía eléctrica, el gas en diferentes modalidades, el hidrógeno y los biocarburantes forman parte de los combustibles alternativos y sostenibles, que tiene su uso en el transporte y que tienen un fin, respetar el medio ambiente y ser sostenibles.
Energía eléctrica
La primera de estas energías alternativas ya la hemos comentado con anterioridad de manera más extensa. Se corresponde con aquellos coches que están propulsados por un motor eléctrico de manera completa o parcial. Cuenta con baterías que almacenan esa energía y un motor que la transforma para mover el vehículo.
Son muy ventajosos por la capacidad de moverse autónomamente durante bastantes kilómetros gracias a energía de origen renovable. En nuestro país, están ganando un importante peso ya que cuentan con diferentes beneficios de uso, en la movilidad y en la economía.
Híbridos
Dentro de esta gama podemos incluir los vehículos híbridos que combinan el impulso a partir de energía eléctrica junto con un combustible convencional. No son tan beneficiosos para el medio ambiente pero si lo son más que los coches impulsados, al completo, por un combustible fósil.
Gas Licuado del Petróleo (GLP)
En este caso, esta modalidad ha ganado gran peso en nuestro país recientemente. Está logrando gran importancia, tanto es así que en el mundo se corresponde con el carburante alternativo más utilizado. Es más limpio que el combustible tradicional y tiene ventajas, tanto a nivel de cuidado de los entornos naturales y emisión de polución, como económico.
Se denomina Gas Licuado del Petróleo y está compuesto por una mezcla de propano y de butano. En la actualidad, además de en vehículos de particulares también tiene uso en el transporte público, son muchos los autobuses que dentro de las ciudades cuentan con esta propulsión para moverse, debido a su baja emisión de CO2.
Gas Natural Comprimido (GNC)
Esta es otra variante del gas, en este caso Gas Natural, y está compuesto por metano, a un nivel entre el 83% y el 98% junto con etanol, propano y butano. En este caso, es el mismo elemento que se utiliza en las casas para cocinar o la calefacción y se corresponde con la energía de origen fósil que plantea el menor impacto ambiental, tanto por las propias características del producto, como por las tecnologías disponibles para su utilización.
Por todo ello, representa una fuente de energía alternativa que produce un impacto negativo menor que los combustibles tradicionales y representa mejorías en la extracción de gases de efecto invernadero. Es otra de las opciones que se contempla de manera sostenible para impulsar todo tipo de vehículos.
Hidrógeno
Otra alternativa que ha adquirido en los últimos cinco años un mayor desarrollo aunque aún no es muy común que se comercialicen muchos vehículos con esta fuente de energía, que es renovable y no genera emisiones contaminantes.
Es una opción, sosteniblemente hablando, muy potente; pero con una escasa distribución. La forma de obtenerlo es a través del agua. Mediante un proceso que se llama electrólisis, y permite separar las moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno, el cual genera la energía necesaria para impulsar los vehículos.
Biocarburantes
El último de los elementos alternativos que trataremos en este artículo son los biocarburantes o combustibles de origen orgánico. Representan una gran alternativa para alimentar el transporte pero no tienen un gran desarrollo en infraestructura. Están producidos por biomas y sus ejemplos son el biodiésel, el bioetanol o el biogás.
Se trata de un combustible cuyo origen es energía renovable, hecho que los coloca como una gran posición a la hora de no se contaminantes ya que han logrado reducir, considerablemente la emisión de gases de efecto invernadero.