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07 junio 2024

Frutas y Hortalizas en retail: Una sección con personalidad propia

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Con el objetivo de satisfacer a un cliente cada más exigente e informado, la sección de frutas y hortalizas ha sufrido una profunda transformación. Así, entre otras actuaciones, estas secciones se han reconvertido para presentarse como un espacio diferenciado dentro del supermercado con un mobiliario donde prima la madera y un surtido que gana, no solo en profundidad, sino también en diversidad, sin perder de vista la sostenibilidad. En este artículo podrás descubrir cuáles son estas claves que están revolucionando el área de frutas y verduras en retail.

La sección de frutas y hortalizas ha experimentado en los últimos años un cambio radical para atraer a nueva clientela. Una revolución que ha afectado tanto al mobiliario -de madera-, como al surtido, que gana en profundidad y variedad de referencias y formatos. Todo ello con el objetivo de adaptarse a un consumidor cada vez más informado y exigente que, además, no pierde de vista la sostenibilidad.

Tras años de estanterías metálicas en los que las secciones de frutas y hortalizas eran, básicamente, una continuación del resto de lineales del establecimiento, en la actualidad, los operadores quieren romper este lay out tradicional de pasillos con la creación de espacios diferenciados dentro del propio establecimiento, en los que sobresale la cuidada disposición del género y el mobiliario. A este cambio de tendencia ha contribuido la importancia de las frutas y verduras como tractor de las visitas a tienda. Además, el pasado año repitieron como los productos frescos con más presencia (63%) y gasto (53%) en la cesta de la compra de los hogares españoles, según se desprende del ‘VI Observatorio de Frescos’, elaborado por Aldi con el soporte de Kantar Worldpanel.

A grandes rasgos, los muebles han cambiado el metal por la madera, ya que este material transmite mayor sensación de naturalidad y calidez, normalmente en tonos claros, aunque existen excepciones, como el caso de Ahorramas (que utiliza negro y amarillo). En cuanto a su disposición, el espacio suele configurarse en torno a una o varias góndolas centrales, con una altura óptima para el cliente, que recogen las referencias más populares, así como las ofertas o las novedades. Rodeando a estos muebles, encontraríamos varias estanterías verticales y un mueble de frío positivo cerrado con puertas (también vertical) que, además, delimitan este universo).

Una de las últimas compañías en incorporarse a esta tendencia es el grupo ilicitano Hiperber que, según sus propias palabras, está incorporando en sus supermercados “un mobiliario especial que hace más atractiva la sección y facilita la compra”. También desde Cash Lepe, su responsable de compras, Jonathan Tinoco explica que “continúa trabajando” en la modernización de sus secciones hortofrutícolas “creando un espacio más accesible y cómodo, con una continua ampliación de nuestro surtido”.

Sistemas y servicios añadidos

Un segundo recurso muy utilizado para la creación de espacios propios es la incorporación de un falso techo de lamas -habitualmente de pvc y con acabado de madera, aunque también pueden ser de metal-, en el que se integran sistemas de iluminación a base de focos leds. Otras novedades que han ido ganándose un hueco serían los nebulizadores o sistemas de vaporización de agua para aquellas referencias que necesitan una mayor hidratación, máquinas de zumo natural de naranja o granada, a las que han comenzado a sumarse de piña recién cortada, y dispensadores de frutos secos a granel, entre otras.

A la par, se está comenzando a proporcionar a los consumidores información “extra” sobre los alimentos que van a adquirir. Así, a través de etiquetas electrónicas o pequeños carteles informativos se indica, además del precio, otros datos complementarios de interés (origen, variedad o peso). Algunas compañías, como Ahorramas o Uvesco, han dado un paso más con la inclusión de pictogramas que, a través de dibujos que representan los diferentes grados de maduración de una fruta determinada, indican si la misma debe consumirse el mismo día de la compra, en uno o dos o en los cuatro o cinco días posteriores.

La innovación, en el foco

Dejando a un lado las cuestiones estéticas, el sector continúa inmerso en dar respuesta a las tendencias de consumo emergentes, a través de la innovación. Aquí, los caballos de batalla son numerosos, aunque el más importante sería contar con un surtido con gran profundidad y variedad. Y es que, en un mundo cada vez más globalizado, el consumidor quiere experimentar y probar nuevos sabores. Así, la oferta tradicional se completa con frutas tropicales (aguacate, papaya, mango, papayón, etc.), al tiempo que la IV y V gama continúan extendiéndose con nuevas mezclas de ensaladas, frutas y hortalizas peladas y cortadas listas para consumir, etc.).

También las especialidades de base hortofrutícola (toppings, preparados para hacer cremas o purés, hierbas aromáticas, flores comestibles, deshidratados o productos aptos para veganos o vegetarianos), han reforzado notablemente su catálogo. Finalmente, las frutas y verduras tradicionales (que no pueden faltar), se presentan ahora en nuevas variedades (uvas o sandías sin pipas) y formatos para todos los tipos de familia.

En este sentido, Víctor José Ayllon, director de Fruta y Verdura de Carrefour España, explica que sus secciones “están siempre en constante adaptación a los cambios en el mercado”. Prueba de ello, según este directivo, son las renovaciones de muebles de IV y V gama, que ahora son “más eficientes”. En paralelo, el grupo ha desarrollado jardines verticales de plantas aromáticas “en alguna de nuestras tiendas”, o formatos ahorro como un saco de patata de 10 kg de su marca propia.

Asimismo, la proximidad se está convirtiendo, año tras año, en un factor “relevante” a la hora de hacer la compra, según se indica en el estudio de Aldi. Así, un 82% de los consumidores prioriza los productos de origen nacional y, un 74%, los que son de su región. De hecho, estas referencias, que suelen ser de temporada, habitualmente disponen de una zona específica de venta: El Corte Inglés cuenta con ‘La Huerta de Carabaña’; Alcampo, con ‘Hortalizas de la Comunidad de Madrid’; y Uvesco, con ‘Caserío y Temporada’ y ‘Bertako/de aquí’. Por su parte, Aldi asegura que más del 65% de su fruta y más del 85% de su verdura proceden de la huerta española. En este sentido, en 2024 prevé hacerse con cerca de 40.000 t de fruta de proveedores de nuestro país.

Además, estos alimentos encajan muy bien con otra de las prioridades para los clientes: la sostenibilidad. Tomando de nuevo como base el informe de Aldi, más de la mitad de los consumidores priorizan los productos de temporada (56%) y optan por el granel o por referencias con menos plástico en los envases (51%). Aquí, las medidas tomadas por la distribución nacional son, por un lado, la venta al detalle y, por otro, trabajar de forma conjunta con sus proveedores para reducir los envases, ya sea utilizando menos plástico o sustituyéndolo por papel certificado, envases de cartón, papel vegetal u otros materiales sostenibles.