El boom de los platos de V gama: el sabor y el restyling conquistan al consumidor
Los buenos datos de la evolución de la venta de productos de V gama vegetales en el último año ponen de manifiesto que la categoría está empezando a calar entre los consumidores. ¿Quiénes son los actores que participan de este negocio y cómo gana valor añadido el sector hortofrutícola con estos productos de última generación? ¿Qué novedades y factores se están dando para esta expansión de la categoría? Los momentos de consumo están cambiando y, además de aparecer nuevas referencias, crece la tendencia de consumir productos 100% vegetales, saludables, ricos y fáciles de tomar. Uno de los últimos grandes éxitos y con un gran potencial son los untables, que vemos como, poco a poco, van ensanchando la categoría con la aparición de nuevas recetas y sabores. A continuación, mostramos cuáles son las tendencias y las fórmulas de éxito en V gama.
Después de varios años de desaceleración, la categoría de V gama goza de buena salud. Los datos del último año revelan un cambio de tendencia al alza tanto en el consumo como en la revalorización de los productos. Y es que fabricantes y distribución buscan atender las nuevas demandas de los consumidores, que priorizan sus preferencias hacia soluciones de alimentación más convenience, saludables, de calidad y sostenibles. ¿Cómo seguir innovando en platos, a veces, tan tradicionales?
Presentes en el lineal desde hace años, los platos de V gama vegetales parecen haber despertado el interés del consumidor, que si bien es conocedor de esta categoría, con los datos de venta de 2023 logran romper la tendencia a la baja de los últimos tiempos. Según la información recabada por la consultora Circana, en 2023 se comercializaron casi 8.000 t de estos productos, un 2,4% más respecto al año anterior, al tiempo que los fabricantes facturaron unos 26 M€ por su venta, un 7,4% más que en 2022. Integradas por productos cocidos -como maíz, patata y remolacha-, o asados, -como los pimientos y otras verduras-, las propuestas de las empresas especialistas han ido evolucionando en función del comportamiento, prioridades y preferencias de los consumidores, que buscan, cada vez más, una alimentación saludable, fresca, de calidad, de fácil preparación y sostenible.
Los momentos de consumo están cambiando y existe un creciente interés por parte de los compradores a la hora de buscar alimentos con los que puedan llevar una dieta rica y equilibrada para cuidar su salud, pero sin renunciar al sabor, al tiempo libre y a la propia experiencia de consumo. Los fabricantes de V gama han sabido leer estos intereses y, mediante el restyling de algunas de sus referencias y la incorporación de nuevas recetas y sabores, están trabajando para seguir aportando un mayor valor añadido al sector hortofrutícola.
En esta categoría, en la que parece que nada cambia, estamos asistiendo a una gran renovación, pese a la tradición de algunos productos. Compañías como Surinver, Naturaliment Suquipà o Camporico han ensanchado su abanico de propuestas, llegando más allá de los clásicos pimientos asados. Desde la segoviana El Campo, Silvia Muñoz, su CEO, señala cómo la V Gama está experimentando un importante ciclo expansivo. La cooperativa Surinver ha sabido entender las necesidades del consumidor y, además de ampliar su familia de platos con super alimentos y la gama de soluciones culinarias, está trabajando en la creación de una gama de toppings saludables. También aporta ayuda en la cocina Suquipà con sus últimos lanzamientos, como son el preparado vegetal para croquetas, hamburguesas y albóndigas vegetales, gazpacho de pimiento asado, así como flor de alcachofa o alcachofas a la brasa… La sevillana Camporico ha optado por el aprovechamiento del producto a través de sus nuevos gazpacho y salmorejo en formato.
Vientos a favor, aire de cambios
Que la categoría de V gama goza de buena salud lo evidencia la mayor demanda de las cadenas de distribución, tanto nacionales como regionales, que quieren contar con estos productos con su propia marca. Y es que se trata de un segmento con mucho potencial de crecimiento, ya sea por el mayor espacio que se le otorgue a la categoría en los supermercados, o por la popularidad de algunas de sus referencias, como el maíz cocido, el tomate rallado o los pimientos asados, que se han convertido en básicos en el lineal de refrigerados vegetales. Desde Patatas Hijolusa, uno de los retos es “conseguir mantener la presencia de nuestras propias marcas en el punto de venta debido al auge de las marcas blancas de distribución, lo que afecta a la diferenciación y posicionamiento del mercado”.
Otro de los productos que empieza a popularizarse es la patata microondable, que empieza a abrir el camino a otros tubérculos como el boniato, o a otras soluciones terminadas derivadas de la patata, como ha hecho la alavesa Paturpat o Princesa Amandine.
¿Cómo seguir innovando en productos tan tradicionales?
En productos tan naturales y tradicionales como la patata, el pimiento o el maíz cocido parece difícil ser innovador. Más allá de ofrecer un packaging más sostenible y con menos porcentaje de plástico virgen, tal y como vienen demandando los consumidores, también se puede ser innovador en ideas, como es la reducción del desperdicio. Por ejemplo, la segoviana Huercasa ha puesto a la venta nuevos formatos que permiten disminuir el desperdicio en el hogar, al tiempo que en planta aprovecha mejor la materia prima. “La nueva tecnología y el análisis de las tendencias del mercado son claves”, explican desde la compañía.
Fruto de este análisis y de haber detectado entre los consumidores más jóvenes nuevos momentos de consumo, venimos asistiendo al boom de los untables vegetales. Con un producto de base tan demandado como es el guacamole, empresas como Anecoop, Bonnysa o la familia Conesa están apostando fuertemente por nuevas propuestas que tratan de sorprender y ofrecer una nueva forma de consumir verduras desde el snaking, también al alza por su idea de compartir. En los últimos años hemos visto cómo han surgido nuevos nombres como el brokomole, la sobrasada vegetal y últimamente el guisamole, un producto que une el aguacate con los guisantes.