Carta de Santander: Decálogo para naturalizar nuestras ciudades
En 2019, la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos, AEPJP, lanzó la llamada Carta de Santander, un decálogo básico para que todos los agentes implicados en el diseño y gestión de la ciudad, empezando por las administraciones públicas y siguiendo por ciudadanos y empresas, adquieran un compromiso con la infraestructura verde y la biodiversidad.
Este documento se firmó durante el 46º congreso nacional de la AEPJP; celebrado en la ciudad de Santander, y fue desarrollado por un panel de expertos con la colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), el Ministerio de Agricultura y la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP.
En la sexta edición del Foro de las Ciudades de Madrid, que se celebrará en IFEMA MADRID (18-20 junio 2024), tendremos una sesión completa, organizada en colaboración con la AEPJP, para abordar la implementación de la Carta de Santander y conocer algunas buenas prácticas de ciudades que han implementado la visión que propone el documento sobre el verde urbano.
En un contexto de transformación urbana a nivel global, el diseño, gestión y concepción de las zonas verdes de las ciudades ha cambiado radicalmente. Hoy, las infraestructuras verdes ocupan un papel primordial para aspirar a entornos urbanos más saludables, sanos y adaptados a los impactos del cambio climático.
Con la Carta de Santander, se propone un compromiso real multiescalar y transversal por el desarrollo de las infraestructuras verdes como una estrategia necesaria para aspirar a cumplir la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos, y la Declaración de Rio sobre Medio Ambiente y Desarrollo. También tiene muy presente el hecho de que las infraestructuras verdes tienen componentes tanto ambientales como sociales, económicos y culturales.
Los diez principios que propone la Carta de Santander son:
- Las ciudades y comunidades sostenibles son uno de los ODS del 2030.
- Una buena ecoplanificación urbana que sitúe a la naturaleza como recurso fundamental del diseño permitirá disponer de unas ciudades más resilientes, biofílicas, sostenibles, verdes, saludables e inteligentes.
- Una ciudad verde, sana, biodiversa, con implicación activa de sus habitantes en planteamientos para potenciar y conocer la biodiversidad es una ciudad de más calidad para todos.
- Las autoridades locales son las responsables ante sus ciudadanos de poner en marcha un buen proceso de gobernabilidad que conduzca a acciones que cumplan estos 10 principios.
- Los habitantes urbanos son los garantes de una ciudad biofílica.
- Las autoridades provinciales, regionales y nacionales deben promover cualquier acción que facilite la implementación de elementos de infraestructura verde a cualquier escala. Es fundamental la cooperación y coordinación entre administraciones en sus diferentes competencias.
- La participación, asociación y colaboración entre los interesados públicos, privados y de la sociedad civil son requisitos estratégicos para una gestión eficaz de la infraestructura verde y, por ende, de la propia ciudad.
- La infraestructura verde urbana es una parte fundamental de la estrategia integral a largo plazo de la ciudad.
- Una inversión en soluciones basadas en la naturaleza, en ecosistemas, y en garantizar y potenciar los procesos ecológicos y los servicios ecosistémicos de una ciudad proporciona un importante rendimiento económico positivo para la comunidad.
- La infraestructura verde es un capital natural que produce bienes y servicios directos a los ciudadanos.
Consulta AQUÍ el documento completo de la Carta de Santander
(Foto y texto: ICS Comunicación)