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18 noviembre 2020

Tres grandes pasos del frío a favor del medio ambiente

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Renovar los equipos de refrigeración de un supermercado puede ahorrar hasta un 30% de energía. Es un ejemplo del camino emprendido por las empresas del frío para aumentar la eficiencia y reducir emisiones en tres frentes: el diseño y fabricación, el mantenimiento y medición de datos, y el uso de refrigerantes. Manuel Lamúa, Gerente de AEFYT, analiza todos los avances que se están dando.

La Comisión Europea ha reconocido los avances del sector del frío en materia de eficiencia energética y reducción de emisiones, un asunto en el que la refrigeración está haciendo sus deberes con buena nota. Pero, ¿cómo lo está consiguiendo? Manuel Lamúa, Gerente de la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (AEFYT), indica que el incremento de los niveles de eficiencia energética y reducción de emisiones en las instalaciones frigoríficas se puede abordar desde diferentes ángulos relacionados entre sí.

En primer lugar, “el diseño y la fabricación de la instalación, que tiene en cuenta los fundamentos básicos de la sostenibilidad, como el aislamiento, el ecodiseño o el uso de refrigerantes de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico”. En segundo lugar, “el mantenimiento y la medición de datos con las últimas tecnologías de inteligencia artificial, donde se hace hincapié en cuestiones como la detección de fugas de gas refrigerante o de posibles desviaciones de temperatura para tener una reacción rápida de solución del problema”. Y, en tercer lugar, los refrigerantes.

Según Lamúa, estos elementos juntos constituyen algunos de los fundamentos de la eficiencia energética en el sector del frío. Y añade que, “así mismo, baremos como el COP (Coeficiente de Eficiencia Energética), el EER (Eficiencia Energética en el ciclo de Refrigeración) y el SEI (Índice de Eficiencia del Sistema) son cada vez más relevantes a la hora de evaluar la instalación de un sistema frigorífico”.

Gases refrigerantes

En referencia a la migración hacia gases refrigerantes de bajo o nulo PCA, el sector del frío está cumplimiento los objetivos marcados por el Reglamento F-Gas y, en la actualidad, el mercado ya tiene disponible una amplia gama de refrigerantes adecuados para las distintas necesidades de los usuarios de frío: desde refrigerantes naturales hasta mezclas HFC de bajo PCA, pasando por los refrigerantes A2L, ligeramente inflamables. “En este campo, la industria ha hecho un esfuerzo contrarreloj de adaptación y aportación de soluciones que han contribuido radicalmente a la sostenibilidad medioambiental de las instalaciones de refrigeración”.

Es preciso tener en cuenta que, en un futuro próximo, no solo se va a valorar el PCA de los gases refrigerantes, sino también el TEWI de la instalación, su sostenibilidad y ciclo de vida. “Esto último se puede ampliar al conjunto de la instalación frigorífica, cuyo impacto deberá ser considerado desde el momento en que comienza a funcionar, hasta que es desmantelada aplicando conceptos de reutilización y reciclaje”.

Sectores beneficiados

Además, el Gerente de AEFYT destaca que los avances en eficiencia energética de la industria del frío no solo benefician o impactan sobre las empresas de refrigeración, sino que también tienen un impacto muy importante en la consecución de los objetivos ambientales de las empresas usuarias del frío, como las que trabajan en el sector horeca, alimentario o turístico.

Por ejemplo, “se calcula que la renovación de los equipos de refrigeración de un supermercado puede suponer ahorros energéticos de hasta un 30%. Si pensamos que la industria del frío tiene un valor socio-económico que impacta en más del 50% del PIB en España a través de sectores tractores de la economía como son el horeca, el alimentario, las telecomunicaciones, la sanidad, etc. que necesitan de la refrigeración y de la climatización para funcionar, podemos imaginar todo lo que esta industria puede aportar a la descarbonización de España”.