Las ventajas de los sistemas híbridos de calefacción y ACS
Una instalación de calefacción híbrida combina diferentes fuentes de energía en un único sistema. Sin embargo, sólo unas pocas combinaciones suelen tener sentido desde el punto de vista económico y de eficiencia energética, según apuntan desde FEGECA.
Las instalaciones híbridas se caracterizan por su flexibilidad y la posibilidad de ampliar el sistema en cualquier momento posterior, explican desde FEGECA (Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor). Estos sistemas que cuentan con al menos dos generadores de calor se llaman también sistemas bivalentes y aprovechan las ventajas de cada fuente: la fiabilidad, seguridad y rapidez de una caldera frente a la reducción de costes y emisiones de las energías renovables. Para ahorrar costes de calefacción a largo plazo y contribuir al máximo a la protección del medioambiente, tiene especial sentido la integración en el sistema de, al menos, una fuente de calor procedente de energías renovables.
Energía solar térmica
Gracias a las condiciones climáticas de nuestro país, una instalación solar adecuadamente dimensionada en combinación con una bomba de calor permite un aporte renovable muy elevado, que puede llegar a ser cercano al 100% en los meses estivales cuando la radiación solar es más alta. Esta opción es la más extendida actualmente, sobre todo en obra nueva, pero no es la única posibilidad.
La combinación más común es la de caldera de gasóleo o gas con una instalación de energía solar térmica. Estos sistemas se implantaron poco a poco, después de la crisis del petróleo en la década de los 70. Desde entonces, el uso de la solar térmica combinada con una caldera se ha establecido como un estándar y a partir de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE) en el año 2006 se convirtió en un sistema obligatorio en obra nueva en España. Esta obligatoriedad y el boom de la edificación en esta época llevaron a esta tecnología a un crecimiento inesperado de unos 465.000 m² de colectores en 2008.
Con la aprobación del RD 732/2019 se realizaron importantes modificaciones en el Código Técnico de Edificación, especialmente en su sección HE4 sobre contribución mínima de energía renovable para cubrir la demanda de ACS (agua caliente sanitaria). Se deja de mencionar específicamente la energía solar térmica facilitando la aplicación de otras fuentes de energías renovables. Esto da lugar a una amplia variedad de aplicaciones de los sistemas híbridos en la construcción de viviendas. Además de la bomba de calor, también es posible el uso de biomasa o cogeneración renovable.
Fotovoltaica
La solar fotovoltaica es un actor más que ha llegado recientemente a los sistemas híbridos para apoyar, por ejemplo, a la bomba de calor e incrementar su aporte renovable. Esto también requiere más capacidad en temas de regulación y control. Es buena idea aumentar la temperatura de consigna del acumulador de ACS o del depósito de inercia para aprovechar el exceso de producción de la energía fotovoltaica en las horas centrales del día y acumularla en forma de energía térmica. Esta elevación de la temperatura del depósito puede hacerse mediante bomba de calor o incluso encendiendo una resistencia eléctrica, pero únicamente utilizando energía solar excedentaria. Para esto también la regulación tiene que ser capaz de recibir instrucciones del inversor de la instalación fotovoltaica. Sin embargo, un cliente que haya instalado un acumulador demasiado pequeño por ahorrar costes de inversión no podrá sacar tanto provecho de estas funciones inteligentes.
Biomasa
Las calderas de biomasa pueden ser otro elemento viable para completar un sistema. Igual que pasa con las bombas de calor, hay que contar en la instalación con un depósito de inercia de gran volumen. Una vez que se ha encendido la caldera, no se puede apagar y tiene que ceder todo el calor al tanque de acumulación de calor. Las temperaturas de funcionamiento suelen ser más altas que en calderas de condensación y se puede aprovechar para calentar ACS o en circuitos de calefacción para radiadores. El combustible en forma de troncos, pellets o astillas está disponible en toda la geografía española y suele ser el más económico. No obstante, el mantenimiento es más exigente por la recogida de cenizas.