Pedro Ginés Vicente (Atecyr): “el sector está asimilando que el camino hacia la descarbonización no tiene vuelta atrás”

¿Cómo ha evolucionado el sector de climatización y refrigeración en 2022 y qué expectativas tienen para 2023?

El sector está asimilando que el camino hacia la descarbonización no tiene vuelta atrás y en obra nueva es la solución prácticamente estándar en la mayoría de los casos. En 2022 ha surgido la inquietud acerca de la normativa F-GAS y el impuesto a los gases fluorados, que puede llevar al uso más extendido de refrigerantes A2L y A3, que cambiarán la forma de plantear las instalaciones en el futuro.

El año 2022 se ha caracterizado por los altos costes energéticos que favorecen la apuesta por la eficiencia energética y el uso de energías renovables. Sin embargo, la subida de los precios, su volatilidad y la escasez de materias primas generada por la situación geopolítica actual dificultan un mayor desarrollo de la actividad económica.

En 2022 se han puesto en marcha los mecanismos de financiación que se generan con los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que sin duda ayudarán a desarrollar de forma positiva el gran reto sobre la descarbonización del sector de las instalaciones térmicas, tanto empresarial como de las instalaciones. El efecto positivo de la entrada de estos fondos se percibirá con más intensidad en 2023.

Las expectativas de cara a 2023 son muy positivas, ya que nos encontramos en un momento de crecimiento de la actividad en nuestro sector, impulsado, en parte, por la apuesta financiera que el sector está recibiendo de cada a la mejorar de la eficiencia energética de los edificios.

¿Cuáles serán los principales retos y desafíos del sector para 2023?

Los retos son variados, pero los más relevantes son los siguientes. En primer lugar, la descarbonización de las instalaciones térmicas existentes. En 2050 debemos cumplir el objetivo de emisiones cero, disminuyendo además los consumos de energía de forma importante. El sector de los edificios es uno de los más favorables para su electrificación, siendo más complicado conseguirlo en zonas de gran severidad climática invernal y para el suministro de ACS.

En segundo lugar, la rehabilitación de los edificios. Se hace necesario acometer la rehabilitación de una parte importante de los edificios existentes. Se debe impulsar definitivamente esta vía para reducir de forma importante el consumo energético del parque edificatorio. Además, debe hacerse bajo el principio de «primero, la eficiencia energética» que se define en el artículo 2, punto 18, del Reglamento sobre la gobernanza de la Unión de la Energía y de la Acción por el Clima. Se trata de «ahorrar antes de construir», poniendo primero la reducción de la demanda y la eficiencia de los sistemas y aplicar las energías renovables sobre edificios eficientes.

En tercer lugar, la mejora de la calidad de aire interior. La Pandemia ha demostrado que existen muchos edificios con escasa o nula ventilación que han de ser rehabilitados. La mejora de la eficiencia energética debe hacerse con una visión clara de mejorar la salubridad de los espacios interiores, dotándolos de la ventilación necesaria. Las exigencias de la reglamentación actual son adecuadas, pero los edificios anteriores a la entrada en vigor del RITE2006, no proporcionan una calidad de aire interior mínima: esto es especialmente preocupante en centros educativos, centros de trabajo y comercios.

En cuarto lugar, la gestión de las ayudas a la rehabilitación. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia va a aportar una gran cantidad de fondos europeos. Pero la justificación de las subvenciones es tediosa y en algunos casos desanima a su solicitud, por lo que pueden quedar fondos sin utilizar de forma eficiente. En este sentido, el sector debe estar preparado para la gestión de estos fondos.

Y, en quinto lugar, la falta de profesionales cualificados. Hay escasez de profesionales cualificados, tanto a nivel de prescripción como a nivel de ejecución y mantenimiento de las instalaciones térmicas de los edificios. Se están produciendo jubilaciones con pérdida importante del know-how y sin el recambio necesario. Tenemos que despertar el interés de los y las jóvenes y que lo vean atractivo para su futuro desarrollo profesional y personal.

¿Qué importancia tendrá la eficiencia energética y la digitalización en el sector durante el próximo ejercicio?

El principio de primero la eficiencia, impulsado desde la Unión Europea y ya transpuesto en nuestro régimen jurídico, es el principal pilar del proceso acelerado de descarbonización que estamos viviendo. Partiendo de la reducción de la demanda, y continuando por la eficiencia de los equipos, la prescripción de las soluciones y su dimensionamiento, instalación y mantenimiento, el proceso acabará implementando las energías renovables y residuales en las instalaciones. No hay otro modo de asegurar la sostenibilidad y circularidad del sector de las instalaciones térmicas en los edificios.

El aumento de la eficiencia de los sistemas de climatización y refrigeración que se puede obtener a través de la digitalización, está siendo una de las principales fortalezas del sector. El nuevo reto surge del aumento de la digitalización para la toma automatizada de decisiones en función de la información de los usuarios, de la previsión meteorológica, etc.

La automatización y control de los equipos, junto con la acumulación de energía, permite la adaptación de la demanda a la producción de energía renovable, contribuyendo a elevar la eficiencia a límites antes imposibles.