Manuel Servián (AFAR): “incrementar la competitividad difícilmente se consigue aisladamente”
La actual situación obliga a los fabricantes de sistemas de refrigeración a una constante inversión en tecnología, formación, reingeniería y análisis de nuevas tendencias, según afirma en la siguiente entrevista Manuel Servián Vida, Gerente de AFAR (Asociación de Fabricantes Andaluces de Refrigeración), que aporta las principales claves para aumentar la competitividad del sector.
¿Cuáles son los principales retos de los fabricantes andaluces de refrigeración?
En una sociedad tan tremendamente globalizada y en constante cambio, dar soluciones válidas en todo momento es muy difícil. Las diversas tendencias obligan a acometer el desarrollo de nuevas tecnologías, adaptarse a cambios normativos, profundizar en la simulación de escenarios futuros, la constante formación de talento y la revisión de los procedimientos de la estructura organizativa y productiva.
Si además se producen épocas como las vividas recientemente, donde la globalización presenta su peor cara, con la rotura de las cadenas de suministro y la elevación de precios sin control en materias básicas, por citar los más duros, entonces las soluciones actuales ya no nos sirven.
Ello nos obliga a una constante inversión en tecnología, formación, reingeniería y análisis de nuevas tendencias. Es necesario añadirle la colaboración y cooperación con los diferentes actores del sector, desde las universidades y centro tecnológicos, pasando por el sector público hasta la implicación con proveedores y la misma competencia. El objetivo debe ser incrementar la competitividad y difícilmente se consigue aisladamente.
¿Cuáles serían entonces las tareas más inmediatas que habría que emprender?
Los desafíos más inmediatos serán los siguientes: un proceso de implantación de la industria 4.0 en el corazón de la organización; una decidida apuesta por la formación de talento a todos los niveles; incrementar la colaboración y cooperación entre todos los actores del sector; continuar impulsando la internacionalización; y una revisión de los procesos que se han visto penalizados por el proceso de globalización.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿cómo cree que evolucionará el sector durante este año?
El sector no es inmune a la finalización del proceso pandémico ni a las situaciones de conflicto bélico como el generado en Ucrania, que, junto con los cambios tecnológicos y energéticos, acaban produciendo inestabilidad en el mundo económico-financiero. De tal manera que será un año de transición, de readaptación, de tratar de recuperar cotas cercanas al año 2019 e incluso superarlas en algunos casos; y comprobar de qué manera, apoyándose en los fondos Next Generation, se consiguen acometer aquellos cambios que nos preparen para el futuro.