Carla Acevedo-Yates
la orilla, la marea, la corriente
un Caribe oceánico
Carla Acevedo-Yates y Sara Hermann Morera
El espacio que ocupa la orilla, la marea, la corriente: un Caribe oceánico en ARCOmadrid 2024 se plantea examinar algunas de las maneras en que se nombran, narran y perciben las proporciones y connotaciones de ese espacio (fundamentalmente conceptual) desde la producción de sentido. Sus curadoras, Carla Acevedo-Yates y Sara Hermann proponen, a partir de una cuidadosa selección de artistas y galerías, una lectura posible de la compleja y fecunda intersección entre la tierra y el mar que se plantea desde y hacia la orilla. Proponen un punto de partida, un lugar desde donde se enuncia, desde las visualidades, los sonidos, las esencias y los tactos, una propuesta de diálogo sobre historias, memorias e identidades que están en constante flujo, transformación y mutación.
El Caribe no es un mar, es oceánico. Abordar el Caribe como un océano implica refutar su condición insular, fragmentada y desconectada para acercarse a su dimensión continental y reticular. Sus corrientes marítimas abren hacia el Atlántico y otras brechas generadas por nuestra especie lo conectaron indisolublemente al Pacífico. Esta condición continental del Caribe pone en relieve las relaciones coloniales que los archipiélagos tienen con los continentes, los vientos alisios que facilitaron la expansión colonial, y las corrientes terrestres y subterráneas que facilitan el movimiento humano y no humano.
A través de este espacio oceánico, se plantea pensar y actuar desde la orilla. Actuar en la orilla es funcionar desde un espacio de intercambio y de constante inestabilidad y turbulencia, es intervenir en la incomodidad de situarse entre lo líquido y lo sólido. Actuar en la orilla o desde la orilla es también trazar caminos que pueden ser borrados por la ola inmediata, aplastados por la huella del que camina o quedar ahí como el rastro de lo que pudo ser. Los artistas que componen este discurso curatorial gravitan hacia ese lugar de colectividad que compartimos y desde donde se enuncia lo común.
Para las curadoras, la noción de lo oceánico refuerza la idea de lo inalcanzable. Es imposible atrapar lo que, incluso conceptualmente, es inaprensible. Este trance condujo a Carla y a Sara a aproximarse a la elusividad de este "lugar” cambiante desde la producción de sentido utilizando las ideas de la huida o el escape como medios para intentar aprehenderlo, retenerlo o comprenderlo.
Comisarias:
Opening
La sección Opening — dedicada a la escena internacional del galerismo joven — presenta en está edición una nutrida selección de quince propuestas de galerías provenientes de Barcelona, Bogotá, Budapest, Buenos Aires, Cluj-Napoca, Limasol, Lisboa, Madrid, Marsella, Palma de Mallorca, París, Roma, Salta, Tiflis y Zürich.
Este año la sección ha sido orquestada por las comisarias Cristina Anglada, residente entre Mallorca y Madrid y Yina Jinémez Suriel, radicada en la República Dominicana. La sección reúne un conjunto de proyectos de galería que han sido invitadas tomando en consideración sus formas de gestación y gestión, las cuales desafían el propio dispositivo del galerismo tal y como lo conocemos a día de hoy. Dichas formas son el resultado de la escucha en relación a las necesidades de las prácticas artísticas y los públicos del arte contemporáneo tanto en sus contextos inmediatos como en la mediación de dichas comunidades artísticas de cara al escenario internacional.
Desde el punto de vista curatorial, las comisarias han optado por acompañar a las galerías sin excesivas restricciones conceptuales, abriendo el espacio para posibles conexiones y serendipias. Se propuso trabajar las propuestas atendiendo a proyectos que las galerías y artistas participantes han intentado desarrollar en los años recientes pero no han encontrado el espacio para hacerlo, ya sea por su naturaleza experimental o por las complejidades materiales y temporales que suponen. El acompañamiento curatorial de Opening estuvo orientado a lograr que el contexto de la feria funcione para realizar dichos proyectos.
De las quince galerías invitadas a participar, cuatro repiten del año pasado y once participan por primera vez. Todas ellas tienen menos de siete años y presentan un máximo de tres artistas por stand. En esta edición encontraremos la obra de una totalidad de veintinueve artistas en distintos momentos de sus prácticas y trabajando desde variados lenguajes y preocupaciones; siendo aglutinad_s por el interés de hacer frente a una actualidad en crisis multifactorial y a la que se proponen intervenir a través de experimentos narrativos y sensoriales que plantean una libre y atenta revisión de las rearticulaciones del presente y las circunstancias que lo han moldeado hasta su actual configuración.
Algun_s artistas ensayarán tácticas diversas con ánimos de deconstruir el mundo tal y como lo conocemos, acudiendo, entre otras cosas, a portales que nos lleven a aquello que permanece oculto. Así lo hace Esther Merinero (1994) presentada por Pradiauto (2020, Madrid) con sus esculturas a pared; también Andrés Matias Pinilla (1988) presentad_ por Espacio Continuo (2021, Bogotá) a través del collage y Carla Grunauer (1982) presentada por Piedras (2018, Buenos Aires) quien lo aborda desde esculturas orgánicas. También algunas intersecciones suceden en relación al propio medio de trabajo para acceder a lugares desconocidos, como sucede en la obra pictórica de Damaris Pan (1983) presentada por Fermay (2020, Palma de Mallorca); en las fotografías de Alba Yruela (1989) presentada por Chiquita Room (2018, Barcelona); en las piezas escultóricas de Elisa Braem (1991) presentada por Fermay (2020, Palma de Mallorca); o en los textiles de Tamuna Chabashvili (1978) presentad_ por ArtBeat (2018, Tbilisi).
Investigaciones alrededor de ámbitos marginalizados de la cultura material contemporánea principalmente aquellos vinculados a saberes técnicos ancestrales y metodologías transdisciplinares son las que informan los trabajos escultóricos de Monica Mays (1990) presentada por Blue Velvet Project (2020, Zürich); los dibujos y objetos tejidos en simbol, fibra típica de la ribera del río Calchaquí de Roxana Ramos (1978) presentada por Remota (2022, Salta); las cerámicas escultóricas de Ayla Tavares (1990) presentada por Hatch (2022, Paris) y el trabajo de Stelios Kallinikou (1985) presentado por Eins Gallery (2018, Limasol) quien acude a la imagen fotográfica en su materialidad y complejidad.
La práctica artística en su rol para contribuir a la reconfiguración de relaciones entre la especie humana y otros seres vivos y entidades con quienes cohabitamos el planeta son preocupaciones latentes en las densas superficies pictóricas de Kata Koleszár (1988); los gestos escultóricos de Leontios Toumpouris (1982) presentado por Eins Gallery (2018, Limasol); las piezas escultóricas instalativas de Thea Lazăr (1993) y los dibujos instalativos de Gabriella Ciancimino (1978) presentada por Gilda Lavia (2018, Roma) y quien de manera particular destaca la interrelación de las migraciones forzadas de dichos seres vivos y las de la especie humana en el Mar Mediterráneo.
La fabulación es una herramienta fértil en las alfombras pictóricas de Karolina Dworska (1997) presentada por Pradiauto (2021, Madrid), las telas batik de Amalia Laurent (1992) presentada por Sissi Club (2019, Marsella), las pinturas de Mar Pérez (1983) presentado por Remota (2022, Salta), los grandes telares de Gabriella Hajnal (1928-2023) presentada por The Space (2022, Budapest); los paisajes neo-románticos de Codruța Cernea (1979) presentad_ por Zina Gallery (2020, Cluj-Napoca) y las escenas oníricas de Adriana Ciudad (1980) presentada por Espacio Continuo (2021, Bogotá). Est_s artistas recurren a la mitología, cuentos populares y lo especulativo a través de sus trabajos para navegar el pasado con la intención de abrir ventanas hacia nuevas comprensiones y relaciones.
Las discusiones sobre las disidencias desde lo identitario en términos de su construcción simbólica, material geopolítica, su instrumentalización en la producción y consumo así como sus gestos y coreografías de existencia dentro de la especie humana, son ejes conductores en los trabajos fotográficos y de vídeos de Felipe Romero Beltrán (1992) presentado por Hatch (2022, Paris); los dibujos de Clara Esborraz (1991) presentada por Piedras (2018, Buenos Aires); los vídeos de Ana Rebordao (1986) presentada por NO·NO (2020, Lisboa) y las piezas sobre cuero de Élle de Bernardini (1991) presentada por Gilda Lavia (2018, Roma) donde explora formas contra-sexuales.
Otro eje común en las propuestas de artistas es el ámbito de la intimidad y la marea de lo cotidiano, atendiendo al cuerpo y sus vivencias, tanto en las esculturas de Lorena Coccioni (1995) presentada por Zina Gallery (2020, Cluj-Napoca; las cerámicas de Julia Aurora Guzmán (1993) presentada por Chiquita Room (2018, Barcelona); los papeles de Tamar Bochorishvili y los evocadores dibujos de Nadia Barkate (1980) presentada por Fermay (2020, Palma de Mallorca) en los cuales remite una y otra vez a cuestiones sobre la identidad, el cuerpo o el deseo.
Comisarias:
Nunca lo Mismo. Arte Latinoamericano
La edición 2024 de ARCOmadrid, titulada "Nunca lo Mismo", continúa con la iniciativa de años anteriores de crear un espacio dedicado a presentar un grupo heterogéneo de artistas latinoamericanos. Darle seguimiento a esta estrategia tiene como objetivo desafiar las percepciones simplistas y tradicionalmente dominantes asociadas con América Latina, donde el primer criterio de selección se enfoca en resaltar las complejas narrativas de la región, con el propósito de expandir, enriquecer y compartir experiencias contemporánea en la región a través de expresiones artísticas diversas.
La curaduría de "Nunca lo Mismo 2024” desafía activamente las perspectivas eurocéntricas y simplistas. Se enfoca en artistas que, mediante una investigación profunda, abordan las estructuras de poder derivadas de los legados coloniales y del pensamiento moderno desde distintas perspectivas. Este grupo de artistas cuestionan las identidades de género, tradicionalmente entendidas en términos binarios y normativos, y exploran las visiones del mundo indígena junto con sus aportes únicos a la comprensión contemporánea. Además, promueven la liberación de los patrones de pensamiento impuestos por los legados coloniales y buscan revalorizar los conocimientos y perspectivas de las culturas no occidentales, así como también utilizan el arte como herramienta para la concienciación social y el cuestionamiento de las narrativas dominantes.
Denilson Baniwa (1984, Brasil), representado por la galería A Gentil Carioca, utiliza una variedad de medios para explorar las herencias del colonialismo en América, destacando la resistencia y supervivencia indígena frente a él. Su obra reta las narrativas coloniales a través de la apropiación de imágenes históricas y la incorporación de elementos contemporáneos. Nohemí Pérez (1962, Colombia), de la galería Instituto de Visión, se centra en la relación entre humanos y naturaleza, utilizando el arte para reinterpretar el territorio de Catatumbo, una región marcada por conflictos y tensiones. Su trabajo utiliza el carbón para visibilizar la explotación de recursos y la violencia generada. Rosario Zorraquín (1984, Argentina), cuyo trabajo se centra en la mediación espiritual, utiliza su arte para explorar tensiones derivados de la relación interior/exterior. Representa situaciones anacrónicas y en su proceso crítica la relación con los recursos naturales. Daiara Tukano (1982, Brasil), artista y activista indígena, se basa en las tradiciones y espiritualidad de su pueblo, especialmente a través del estudio de los Hori, articulando la investigación sobre su cultura y experimentación con formas y luz. Moisés Barrios (1946, Guatemala), representado por Galería EXTRA, emplea la banana como símbolo central en su obra para responder a temas políticos y sociales, reflejando la realidad latinoamericana y criticando el legado neocolonial en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Amalia Pica (1978, Argentina), representada por Proyectos Ultravioleta, aborda en su obra la comunicación y sus fallos. A través de instalaciones, esculturas y performances, explora temas como la metáfora y la participación cívica, destacando la importancia social del arte en la región. Juraci Dórea (1944, Brasil), representado por Galería Jaqueline Martins, mezcla técnicas y materiales tradicionales con enfoques contemporáneos, reflejando la cultura de los sertões de Bahía, Brasil. Su arte representa una conexión profunda con sus raíces y el entorno cultural. Abraham González Pacheco (1989, México), representado por Campeche, explora en su arte la historia personal y familiar, centrándose en los elementos ausentes de su pueblo y utilizando su trabajo como medio para expresar su identidad y contexto cultural. Andres Piña (1992, Argentina), representado por Galería Sendros, indaga sobre la materia, la vida (como tránsito de esa materia) y la muerte para reflexionar en los residuos que deja su su ausencia.. Luis Enrique Zela-Koort (1994, Perú), representado por N.A.S.A.L., explora la intersección entre tecnología, metafísica e identidad. Su obra desafía las narrativas convencionales y busca desestabilizar la percepción tradicional del ser, destacando la mutabilidad y potencialidad infinita de la vida. Violeta Quispe Yupari (1989, Peru), representada por Vigil Gonzales Galería, es una artista peruana conocida por su trabajo en las "Tablas de Sarhua", pinturas en largas tablas de madera que originalmente documentaron la historia familiar y la reciprocidad comunitaria. Su obra actual se enfoca en la reivindicación de la igualdad de género y la denuncia de la violencia contra las mujeres andinas, desafiando las representaciones históricas convencionales desde una perspectiva de género y raza.
Por último, y no menos importante, este ejercicio curatorial enfatiza la importancia de los diferentes agentes culturales que forman parte del ecosistema arte, específicamente ARCO nos permite acentuar el trabajo y el rol de las galerías en la región, que cada una con su propio carácter moviliza escenas artísticas jugando un rol importante en manutención de contextos locales, así como afianzar una mayor diversidad de representación de artistas en la escena artística.
Comisarias: