El cartel publicitario a lo largo de su historia
Desde la Antigüedad fue habitual colocar anuncios públicos en los espacios más concurridos de las urbes. A finales del siglo XVIII comienza a desarrollarse y a eclosionar el desarrollo del cartel publicitario tal y como lo conocemos.
La publicidad antes de la llegada de Internet
Desde la Antigüedad fue habitual colocar anuncios públicos en los espacios más concurridos de las urbes. Sin embargo, la publicidad y en concreto el cartel publicitario es un medio de comunicación que se desarrolla plenamente a finales del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX cuando el nuevo contexto económico y social produce una importante transformación en la sociedad.
Hemos de tener en cuenta el impacto que produjo la Revolución Industrial con grandes masas de población que se trasladan del campo a la ciudad, el auge de nuevas clases sociales cada vez más empoderadas como la burguesía y sobre todo un mayor desarrollo de los medios de comunicación; los periódicos, las revistas dedicadas a mujeres, folletos, carteles y pasquines inundaron las calles y fueron difusoras de las ideas liberales y modernas del siglo XIX y XX.
Este desarrollo de los medios de comunicación fue lo que provocó que los empresarios deseasen anunciar sus productos para llegar a un público objetivo mucho más amplio, siendo el cartel el medio más idóneo para ello. El cartel publicitario se trata de una hoja de papel de grandes dimensiones, o varias hojas pegadas, que se estampa en varios colores a través del uso de técnicas como la litografía y posteriormente la cromolitografía que permitió estampar en varios colores.
El nacimiento del cartel publicitario
El creador del cartel publicitario se debe a Jules Cheret, quien tras fundar su establecimiento de cromolitografía desarrolló las pautas del cartel con anuncios de gran colorido y dinamismo, donde las letras y los personajes se funden en uno, siendo utilizados para representar las artes del espectáculo. Si bien, si algo singularizó al cartel publicitario de finales del siglo XIX fue el uso de la mujer como imagen de marca y es que Cheret pero sobre todo figuras más conocidas como Henri Toulouse-Lautrec o Alphonse Mucha elaboraron una cartelería publicitaria que giraría en torno a visiones muy diferentes de la mujer.
En el caso de Toulouse-Lautrec aunque solo realizó treinta y un carteles, algunos de ellos han pasado a la posteridad como el realizado para el Moulin Rouge conocido como La Goulue.
El cartel en España
En España hemos de tener en cuenta que fue en 1883 cuando se reconoció la libertad de expresión con la promulgación de la Ley de Prensa durante el gobierno de Sagasta, lo cual permitiría que la prensa y la publicidad comenzasen un crecimiento imparable, con los primeros carteles publicitarios en periódicos emitidos por las nuevas agencias como la catalana Roldós y la madrileña Los Tiroleses.
El cartel publicitario español estaría ligado plenamente al modernismo catalán con figuras muy reconocidas como Ramón Casas quien siguiendo las pautas del cartelismo francés desarrolló la tradicional imagen de la mujer española; la manola ataviada con mantón.
Esta imagen quedaría perpetuada sobre todo para la representación del cartel taurino, donde la manola, el torero y la plaza de toros se convirtieron en iconografías representativas del pueblo español. Junto a estos carteles, otro tipo estaba, también, despegando, los carteles turísticos, pues España ya comenzaba a ser un país con un importante flujo de turistas por lo que artistas como Rafael Penagos centraron parte de su producción en crear una imagen idílica de la España de principios del siglo XX.
El cartel bélico
Los conflictos mundiales y la guerra civil van a dar una nueva arista al cartel donde ahora se pone al servicio de la guerra y adquiere una vertiente propagandística por ambos bandos. Con ellos se pretendían mover conciencias, recabar dinero, mano de obra y soldados, pero sobre todo justificar las acciones bélicas por lo que resulta lógico el desarrollo de mensajes agresivos y morales con el característico mensaje de I want you for U.S. Army de Montgomery Flagg o los numerosos carteles republicanos de Josep Renau.
Después de la Segunda Guerra Mundial el cartel comenzó un periodo de decaimiento debido sobre todo a la aparición de medios como la radio, el cine, pero sobre todo la televisión. De esta manera, aunque el cartel transformara sus bases para la nueva sociedad de masas y del consumo, lo cierto es que hoy es considerada como una obra artística y de coleccionismo que no para de crecer su venta ante su versatilidad económica.
Paula de la Fuente Polo